domingo, 27 de enero de 2019

Un sábado cualquiera.


Enero 2019
(si clickais encima de la fotos se amplían solas)

Dentro de la semana invernal que estábamos teniendo de frío, lluvia (nieve en los pirineos), viento, el pronóstico del tiempo era que íbamos a tener un "sábado radiante" (palabras textuales de la mujer del tiempo) y eso hay que aprovecharlo.
El mismo viernes por la noche, después de haberlo colgado en el grupo por si alguien se animaba a acompañarme, improvisé una ruta.
La idea era unir la carretera de las 365 curvas con el santuario de la mare de deu del Mont dejando que fuese el gps quien decidiese la ruta.
Sábado.
Estamos en el punto de encuentro.
Decidimos subir por la costa, pese al pesado tráfico, para no sufrir los rigores de las frías mañanas del interior.
Nos quedamos todos sorprendidos de la agradable temperatura y el sol radiante que nos iba calentando y cegando a la misma vez.
Ya sabemos que si la ruta comienza hacia el noreste y acaba en el suroeste el sol lo tendremos de cara, pero "es lo que hay".
Después del sufrir pacientemente el trafico denso ( en la ronda de Mataró mientras respetábamos los límites de velocidad un scooter con su piloto en posición aerodinámica al mas puro estilo de moto GP nos hizo una tremenda pasada, arrancándonos a todos los adhesivos. Como me hubiese gustado estar en la tertulia con sus amigos cuando contase tremenda hazaña) llegamos al tramo de Lloret de Mar a Tossa de Mar donde nos podemos "desperezar" un poco, aunque estando atentos de las humedades de la carretera.
Llegamos a Tossa y paramos para almorzar.
Por suerte encontramos un sitio donde dejar las motos bien y legalmente aparcadas.


Durante el almuerzo comentamos de hacer la carretera de las 365 curvas de ida y de nuevo de vuelta hasta el desvío que estaba previsto si no hubiese humedades.
Con el estómago lleno seguimos ruta.
Un compañero tiene un compromiso y nos deja volviendo a Barcelona.
Empieza la ruta.
En la carretera no hay demasiadas humedades y esto animaba a hacerla entera y luego volver, pero veo que hay pequeños desprendimientos de tierra y piedras que ensucian la carretera y decido no hacerla entera y tomar el desvío hacia la capilla de Sant Llorenç.
Estamos en la ruta que había previsto el gps.
Pronto aparece la primera sorpresa.
Un tramo de pista.
La única trail es la explorer, el resto son de carretera.


Hago una pequeña incursión para ver si es un tramo corto y en que estado está.
Me encuentro con unos lugareños y lo mejor en estos casos es preguntar.
Me comentan que es un tramo largo de pista.
Decido volver.
Toca buscar un ruta alternativa.


Con la ayuda de José y María conseguimos encontrar el desvío hacia el próximo tramo.
Santa Pellaia.
Una bonita y estupenda carretera, pero con muchas humedades que nos invitan a ir con mucha precaución.
El gps sigue haciendo de las suyas o quizás era mi refriado que no me permitía estar del todo atento.
Se empeña en  meterme por pistas y yo me empeño en no hacerle caso.
Entre cruces, desvíos, variantes llegamos al bonito pueblo de Madremanya.


Aquí hacemos una pequeña parada táctica para reorientar al gps y buscar una ruta apta para todas la motos que íbamos.


Al final decido poner la ruta mas rápida sin complicaciones y hacerlo tanto con el gps como con el móvil.
Seguimos ruta.
Carreteras fáciles.
Poco antes de empezar la subida al santuario el gps me marca una dirección y el móvil otra.
Decido hacerle caso al móvil porque algo me dice que las indicaciones del gps la utilizaremos para la bajada.
La carretera de subida muy bonita, entre bosques, estrecha, en algunos tramos apenas pasa un coche, tráfico casi nulo y algunas curvas un poco complicadas.
Un compañero tuvo algún que otro apuro pero que se solucionó sin problemas.
Llegamos al santuario.
Vistas espectaculares.


Nos dedicamos a disfrutar del entorno y a hacer fotos.




Aprovechamos para comernos el picnic.
Hay que disfrutar estos lugares.
Apoyados en la barandilla algunos nos quedamos "embobaos" mirando el vuelo de lo que parecía una majestuosa águila por debajo nuestro.
Después de la comida y un pequeño descanso empezamos la ruta de vuelta.
No sin antes hacer la foto de grupo junto a Jacint Verdaguer.


Ese "algo que me dijo" que utilizaríamos la ruta alternativa del gps para bajar tenía razón.
Bajamos por ella.
Algo mas fácil que la ruta de subida.
El resto un "to recto" para casa.
Un estupendo día de compañía, motos, rutas "alternativas", evidentemente con sus "pérdidas", una ruta en la que no te pierdes, no es una ruta.
A veces la rutas improvisadas son las mejores.
Nos vemos en la próxima.
Fotos: Motards Quaternaris.











domingo, 13 de enero de 2019

De Calella de Palafrugell al faro de Sant Sebastiá.


Enero 2019
(si clickais encima de las fotos se amplían solas)
Es invierno.
Estamos inmersos en un ola de frío.
El pronóstico del tiempo es que hará frío a primera hora del día y el resto del día sol.
Una época perfecta para disfrutar de los paisajes y pueblos de la costa brava.
En el termómetro del coche llego a ver 4 grados bajo cero.
Vamos atravesando los campos helados.


Por suerte la calefacción del coche funciona a la perfección.
Llegamos a Calella de Palafrugell y aparcamos donde nos place, a parte de ser hora temprana, en esta época del año prácticamente no hay turismo.
Nos equipamos adecuadamente, cogemos la mochila con el agua y los exquisitos manjares y a visitar el pueblo.
Me encuentro con unos graffitis.



Sigo paseando hasta llegar a la playa.
Con ese sol de invierno.



Empiezo a disfrutar de otra de mis aficiones, la fotografía.



Semejante plató no se puede dejar escapar.



Encuentro este pequeño espigón y parece un lugar ideal para almorzar.


Las vistas de la derecha.


Las vistas de la izquierda, con mis aperos en primer plano.


Con las fuerzas recuperadas empieza "el pateo".


En vez de seguir el camino de la costa directamente ya que la vuelta será por ahí, me adentro de nuevo en el pueblo y me encuentro otro graffiti.


Sigo por el camino de ronda.


Numerosas paradas para disfrutar del paisaje y hacer tomas.



La costa brava un maravilloso lugar.


El camino de ronda con su entorno.
Por aquí venía.


Y para allí iba.


Cada rincón una toma.


Llego a Llafranc.


Hay que ir por el pequeño paseo marítimo hasta el puerto donde parece que acaba el camino.
Pero no, hay unas escaleras que suben.


Las escaleras dan a la carretera.
El último tramo hasta llegar al faro hay que hacerlo por la carretera, al menos el camino que yo hice.


La pendiente es muy pronunciada y utilizo el viejo truco de parar a hacer fotos para así recuperar un poco de aliento.


Desde la cima se ven los pirineos nevados.


Una panorámica de las vistas.


El faro.


Donde hacemos una pequeña parada técnica.


El camino sigue.


Vamos a dar al santuario.



Donde están las ruinas del poblado ibérico.


Dejo algunos carteles que seguro lo explican mejor que yo.







También hay una estupenda zona de picnic.





Sigo por el camino.


Hasta que me encuentro estos carteles.


Decido dar por finalizado el tramo y volver sobre mis pasos.



Me encuentro este curioso motivo.


Casas en los sitios mas insospechados.


El otro camino de vuelta que yo conozco va por el interior del pueblo y decido volver por el mismo que había hecho, me gustan mas las vistas.
Llafranc.


Bancos para descansar y disfrutar del paisaje.


Llego de nuevo a Calella de Palafrugell.


Aprovechando el espléndido día que se ha quedado, voy a la playa a descansar y a comer.
Durante el camino me he ido quitando capas de ropa según se iba abriendo el día y casi acabo en manga corta.
Esta mañana a -4º y ahora en la playa tomado el sol.
Cosas del mediterráneo.


Después de esta suculenta comida rodeado de este ambiente y con este sonido de fondo una "pequeña siesta" y para casa.


Las fotos han sido tomadas con el móvil.
Nos vemos en la próxima.