sábado, 28 de noviembre de 2015

Muntanyes de Prades ( Farena )

Noviembre 2015
( si clickais encima de las fotos se amplian solas )
Una vez reunidos en el punto de encuentro empezamos ruta.
Al poco de pasar Igualada dejamos la aburrida autovia y empiezan las curvas, lastima que aun hubiese curvas con humedades, pero poco a poco el sol las iba secando.
Durante toda la semana las temperaturas, en especial las nocturnas, habia sido de puro invierno y temiamos que hoy fuese igual, pero no, tuvimos algo de frio, llevadero, por la mañana y luego un dia radiante con temperaturas propias del otoño, incluso en las horas centrales del dia, agradables
Seguimos hacia Montblanc, alli almorzaremos para entrar en calor de las frescas temperaturas matutinas.
Ya repuestos y con "los depositos llenos" ponemos rumbo al pueblo que ibamos a visitar, Farena.
Nosotros dejamos que nos llevase el gps, pero en Las Muntanyes de Prades , hay un enmarañado de rutas y podeis decidir varias para ir alli.
Todas merecen la pena.
Pequeña parada para descansar y fotografiar el entorno.
La carretera, como casi todas por alli, curvas y mas curvas con un paisaje a la altura.
Muy divertidas.


Aunque es complicado pararse a hacer fotos, no hay arcen, aqui encontramos un cruce y pudimos parar para fotografiar el entorno.




Y pot fin llegamos al destino.


Un pueblecito realmente pequeño, pero con un encarto especial.



Algunos detalles.


Aunque el pueblo parecia desierto, comprobamos que habia vida.




Un pequeño detalle que me hizo gracia, tejas protegiendo el contador/llave del agua.




Detalle de un macetero integrado en la fachada.




Y mires por donde mires, una toma.



La targeta de la camara iba sacando humo.




Y otro signo de vida.




Despues del paseo ponemos rumbo a Porrera, un pueblo donde se crian vinos de alta calidad.
Parada para estirar las piernas y fotografiar el entorno.



Nuestras motos y el horizonte, que mas se puede pedir..?


Paseo por Porrera.






Seguimos ruta, Vilaplana y parada para comer que ya hace hambre.


Aunque el sitio era de lujo, como se echa de menos las zonas de picnic francesas con sus mesas, sus contenedores para la basura, algunas tienen fuente....
Pero de todas maneras comimos de perlas, con el silencio de la montaña y el ruido de un pequeño riachuelo.


Y ya para casa.
Como ibamos bien de tiempo y aun nos quedaban un par de horas de luz, decidimos volver por el pantano del Foix ( que vistas con el sol reflejandose ) y las costas del garraf.
Una ruta de unos 370 km muy divertida y con muchos alicientes tanto por las carreteras como por lo que nos vamos encontrando.
Nos vemos en la proxima.

lunes, 16 de noviembre de 2015

Costa rocosa del Rosselló.

Noviembre del 2015
( si clickais encima de las fotos se amplian solas)
La costa rocosa del Rosselló es un destino bastante habitual, especialmente la ruta a Collioure.
Pero esta vez no queriamos hacer la carretera de la costa, sino la ruta por la montaña.
El destino esta lejos y hacemos un "to recto" hasta Vilajuïga, donde pararemos a almorzar en el Celler de la cooperativa de la zona.
Como es habitual en invierno, encontramos niebla en la carretera de Hostalric a Les Mallorquinas y eso "enfrio un poco los animos" por lo que dimos buena cuenta del almuerzo para entrar en calor.
En el Celler no tienen demasiada variedad para almorzar, pero los productos son de muy buena cualidad y una tortilla francesa, hecha con huevos de calidad y una "llesca" de pan de pages con tomate o un fuet de la tierra, son manjares exquisitos.

Despues de reponer fuerzas y entrar en calor con el radiante sol que hacia, seguimos ruta.
Parada estrategica en Llança para repostar,
La carretera hacia Port Bou una delicia de curvas, con asfalto en perfectas condiciones.
Un foto de Port Bou.


Y una de las innumerables curvas de la ruta.


Al entrar en Francia el asfalto pierde calidad y hay que ir con un poco de mas cuidado.
A ratos esta bien, a ratos no.
Ademas tuvimos un poco de tramuntana, pero nada serio


Llegamos a Banyuls-sur-Mer y dejo los mandos al gps y a la moto.
Empezamos a callejear por el pueblo hasta que poco a poco vamos perdiendo de vista cualquier signo de civilizacion.
Encontramos un desvio hacia una ermita, que no recuerdo el nombre, y porque no...? vamos a ver que encontramos, a fin de cuentas esta salida estaba planeada como una exploratoria.
La carretera ( por llamarla de alguna manera ) empieza con asfalto, hasta que se va degradando y se acaba convirtiendo en pista.
Ya que estamos, seguimos.
Y llegamos al aparcamiento con esta vista.


El aparcamiento.


Rodeados de viñas.


Y la pista que habiamos pasado.


Caminamos un poco y por fin llegamos.
Un lugar privilegiado.


Aqui el fotografo cazado.


Y aqui lo que estaba cazando el fotografo ( ese punto rojo es el reflejo del sol)



Como anecdota, cuando llegamos vino una pareja con su cesta de picnic y se sentaron a comer con estas vistas.
Unos afortunados.


Un detalle del mirador. 


Bajamos de la ermita y seguimos ruta.
Parada para hacer unas fotos.


Un lujo para los sentidos, montaña, mar, silencio...


Unas tomas de la carretera.



Y otra vez me cazaron.


Detalle de la carretera por donde subimos y de las innumerables pistas que hay.


Mirases por donde mirases una buena foto.



Por fin llegamos al restaurante, justo a la hora de la comida.


Mientras esperabamos que nos preparasen la mesa, como no, con las mejores vistas, ibamos haciendo fotos


Si, es mi sombra, pero no se podia hacer otra cosa, el sol estaba de espaldas.


Seguro que todos conoceis alguno de los pueblos que salen.



Y una panoramica de la zona, al fondo el lago Leucate.





Un dia espectacular.


Por fin ya teniamos la mesa y a degustar nuestras viandas.
Que bien sabe cualquier comida en este entorno.


Despues de reposar la comida seguimos ruta.
Y entre el gps y la moto volvieron a urdir un plan y nos llevaron por una pista semiasfaltada, entre viñas y parajes de escandalo hasta el castillo de Collioure......?
La gente que nos cruzamos mientras paseaban nos miraban diciendo, que hacen estos por aqui..?


Y llegamos a Port Bou, paramos a hacer una cafe y disfrutar del atardecer.
Nadie tenia ganas de volver.


Una ruta de unos 450 km.
Una ruta sorprendente por ver los sitios ya conocidos desde otra perspectiva.
Para repetir.
FOTOS : GEMMA Y PEDRO