Motards Quaternaris IV salida.

Diciembre 2018

(si clickais encima de las fotos se amplían solas)

Marta era la encargada de organizar la IV salida de Motards Quaternaris.

Por caprichos del destino fui el primero de llegar al punto de encuentro y para combatir el frío reinante, frío que nos acompañaría durante toda la jornada, me entretuve haciendo alguna toma.

Poco a poco iba llegando el resto del grupo.

Reunidos casi todos aún no empieza la ruta, teníamos que pasar a recoger otro compañero.

Llegamos al segundo punto de encuentro.

Ahora si.

Empezamos.

Vamos encontrando las carreteras húmedas que unidas a la niebla reinante aumentaba aún más la sensación de frío.

A ritmo tranquilo vamos rodando por las húmedas y frías carreteras.

Le pongo a la moto la "calefacción".

Con las manos calientes pocas ganas había de soltar los puños calefactables para hacer fotos.

Empiezan los primeros problemas con la tecnología.

Los solventamos y seguimos ruta.

Paramos a almorzar y agradecemos el calor del local.

Con el estómago lleno seguimos ruta o eso intentamos.

El móvil que hasta ahora se había usado como gps y todo el trabajo de días pasados preparando la ruta no sirven de nada, no hay datos.

Es curioso como aún hay zonas de Cataluña que pasa esto.

Por casualidad tenía el gps.

Le marcamos uno de los destinos de la ruta y dejamos que el gps "se invente" una de sus rutas.

Nos lleva por carreteras solitarias, a veces nos quiere meter por pistas sin asfaltar pero no le hago mucho caso y sigo por el asfalto.

Tiene algún que otro despiste y nos lleva al patio de una casa particular (menos mal que los perros que la vigilaban no eran agresivos), pero conseguimos salir airosos dando media vuelta con total elegancia.

Carreteras envueltas en niebla.

A tramos sucia del barro de las lluvias pasadas o del paso de los tractores.

Divisamos masías castillo, auténticos testigos de la historia.

Empezamos a subir lo que parece un pequeño puerto y la niebla se va disipando dejando entrever las montañas.

Por fin podemos ver el sol y ese mar de nubes a nuestros pies.

Durante el siguiente tramo disfrutamos, gracias al trabajo del sol secando la carretera,  de un buen tramo de curvas a ritmo de asfalto seco. 

Parada para repostar y estirar las piernas.

Ponemos dirección a Tuixent y una vez pasado el Coll de Port encontramos un poco de nieve.

Nieve que queda reflejada en esta estupenda foto de María.

Que junto con las humedades de la carretera hace que circulemos con mucha precaución.

Daba la impresión que hubiese hielo en algún tramo, pero por suerte solo se quedó en eso, impresión.

Llegamos a Tuixent y somos recibidos por el sol.

Decidimos quedarnos aquí a comer el picnic.

Picnic que se va perfeccionando salida tras salida.

Hoy pudimos tomar café con leche caliente gracias al hornillo, los preparativos y buenos haceres de Valen.

Estas eran las vistas captadas por Lluis desde la "zona de picnic".

El pueblo visto en su totalidad.

Las cosas se ven de otra manera con el estomago lleno y un buen café con leche caliente para combatir el frío.

Seguimos ruta y seguimos encontrando las carreteras húmedas, lo habitual en salidas invernales.

Las noches empiezan a ser largas y los días cortos.

Decidimos hacer el último tramo de curvas antes de que oscurezca y que nos pille la noche en una carretera principal.

Pequeña parada para disfrutar de las vistas del emblemático Pedraforca, con la tartera nevada.

Aunque aún no estamos oficialmente en invierno ha sido una salida invernal en toda su amplitud.

Frío, niebla, humedades, pero paisajes, ambiente, sonrisas (no se sabe si debidas al frío o al buen pasar) propias de estas salidas.

 FOTOS: Motards Quaternaris.

Nos vemos en la próxima