sábado, 28 de septiembre de 2019

De paseo por Europa II: cabo Norte dando un pequeño rodeo.


Septiembre 2019
(si clickais encima de las fotos se amplían solas)

Que bien ver de nuevo la moto cargada, eso implica viaje.


Día I:
Hoy parece que ha sido una especie de menú degustación.
Ha habido de todo: frío, calor, retenciones, mas calor, lluvia intensa, aún mas calor (llegué a ver 36º en el termómetro de la moto) y km´s unos 600.
En cuanto a la ruta, nada destacable, lo que interesaba era ir avanzando.
Mañana con suerte ya estaremos en Alemania o en las puertas.
Aún no me acabo de hacer a la idea de la magnitud el viaje.
Esto es lo que suele ocurrir después de una lluvia intensa y no parar a ponerse el traje de lluvia.
Hay que poner la ropa a secar.
La Explorer sirve para todo.


Luego a dar un paseo por el pueblo.


Y hacer unas tomas.












Día II:

De nuevo un "to recto" para atravesar lo antes posible este país que tanto me gusta, Francia, pero que no toca en este viaje conocer mas a fondo.
El día perfecto para ir en moto, nublado, sin ninguna intención de llover y temperatura perfecta para que no moleste el "traje de romano".
Parada para desayunar.


Van pasando los km´s, bastante aburridos, aunque el paisaje distrae la vista.
Llego a Alemania donde empieza el viaje propiamente dicho.
Cojo la autopista y en cuanto empieza un tramo sin límite de velocidad los coches empiezan a pasarme a toda velocidad.
Aprovecho para recrearme un poco aunque con la maletas no quiero poner a tope la moto, no sea que salgan volando por ahí.
Es una sensación curiosa el poder ir a la velocidad que te parezca oportuno dentro de la legalidad y en ningún momento ves que aumente la sensación de peligro.
Llego al primer camping que tenía localizado.
Está en una ciudad y completamente lleno.
Me comenta la chica que lleva el camping en perfecto castellano (ha estado viviendo unos años en costa rica) que este año parece que todo el mundo quiera ir de camping, ademas de que hoy precisamente entraba en vigor una tarjeta que ofrecía descuentos en los campings.
Sigo ruta hasta el siguiente camping que tenía localizado.


Me adentro en la selva negra.



Un pequeño camping en plena montaña, aquí me quedo.


La señora que lo atiende solo habla alemán, pero al final nos acabamos entendiendo.
Me hizo gracia cuando llamo a la moto "motorrad".
Me instalo, la ducha de rigor y hago unas tomas del lugar.
Había también una pareja de moteros alemanes en una Triumph Cruiser, intentamos entablar una conversación, pero como siempre mi nulo nivel de inglés (tendré que apuntarme en una academia a aprender) lo impidió.
Una pareja muy simpática.



Dormir en plena montaña, creo que esta noche hará frío.



Esto es hacer una factura.


Día III.
Es estupendo despertar en plena montaña.
Lo primero poner rumbo a una gasolinera donde también tienen pastas recién hechas, café con leche y pan.
Aprovecho para llenar todos los depósitos, tanto el de la moto como el mío.
Seguimos descubriendo la selva negra.


Carreteras solitarias escondidas en las montañas.


Me encuentro esta señal y no puedo traducir lo que pone debajo porque no tengo datos y sin datos de poco sirve el traductor.


Me encuentro una especie de laberinto de carreteras o mas bien pistas asfaltadas y acabo completamente perdido al igual que el gps.
Al final decido intentar deshacer el camino y acabo consiguiendo volver a la señal con el cartel que no podía traducir.
Sigo mi "instinto motero" y me adentro por otros desvíos llegando a una carretera principal y puedo seguir ruta.
La idea era tener una toma de contacto con la selva negra y a parte de tenerla en toda su plenitud me quedo con las ganas de volver con mas tiempo y explorarla con calma.


Vuelvo a la autopista y pongo dirección a la República Checa, en sus puertas, encuentro un camping.
Aquí me quedo.


Día IV.

Amanece un nuevo día.


Hoy ha sido un día muy divertido de moto, paisajes, ciudades...pero no adelantemos acontecimientos.
Paro a repostar y desayunar antes de salir de Alemania.
Le digo a la chica lo que quiero y mientra quito la moto del surtidor para dejarlo libre, la chica que lleva la gasolinera me ha preparado una mesa con todo lo que le había pedido, servilletas y cubiertos, todo un detalle de amabilidad y cortesía.
Una de las cosas que he pedido "a dedo" ha resultado ser un croissant relleno de queso como a las finas hierbas, buenísimo.
Sigo ruta.
Un pequeño tramo de autovía y empiezas las divertidas y solitarias carreteras de montaña checas acompañadas de unos paisajes a la altura.


Unos bosque impresionantes.



Voy viendo las variedades del país.
Mezcla de naturaleza e industria, oleoductos o gaseoductos, tradición,...un país que atrae.



Paro a repostar y no puedo evitar comerme un frankfurt recién hecho, relleno de queso, buenísimo.



Sigo disfrutando de las carreteras de montaña y sin darme cuenta entro en Polonia.
El paisaje prácticamente no varía.
Hace un día estupendo para ir en moto y decido seguir ruta.
Toca buscar alojamiento y le digo al gps que me lleve a un camping a ver si está abierto.
Me mete por unas carreteras secundarias muy divertidas para una trail.
Algunos tramos no tienen ni asfalto (este estaba a la entrada de un pueblo), son adoquines, quizás restos de una vía romana?


Llego al camping y no tengo claro si está abierto o no.
Hay un teléfono donde llamar.
De nuevo la divertida situación de intentar comunicarse por teléfono en un idioma que desconoces.
No se como pero lo conseguimos y el camping está abierto.
Me instalo, la ducha de rigor y un paseo al lago que hay al lado a hacer unas tomas.


Pero antes una nueva experiencia, comerme el bocadillo para merendar que había comprado esta mañana en Alemania con pepino.


La entrada del camping.


Si hoy había sido un día estupendo para ir en moto, la tarde era estupenda para hacer unas tomas.




Hay un sendero que parece (no lo hice entero) rodea todo el lago y estas indicaciones están hechas con chapas de cerveza.


Este cisne parecía que no traía buenas intenciones, estaban sus retoños por ahí y decidí no quedarme para averiguarlo.


De vuelta al camping.


Tocaba cenar.
Unos se habían preparado un menú de la forma mas tradicional.


Y otros nos lo habíamos preparado como podíamos.


Pequeño paseo para bajar la cena y a dormir, que mañana espero otro intenso día.

Dia V.

Hoy día tranquilo.
Recorriendo Polonia por carreteras nacionales.
Parada para desayunar.


Viendo la vida cotidiana del país.
Los niños de camino al colegio, las madres o padres paseando a los bebes, camiones, bosques, muchos bosques, enormes plantaciones de maíz...


Trabajadores arreglando las carreteras, el despertar de los pueblos que paso.
Al atravesar una ciudad por la obras y carreteras cortadas que hay, el gps no acaba de encontrar la ruta a seguir.
Después de dar unas cuantas vueltas, llego a una carretera principal y parece que el gps vuelve a encontrar la ruta.
De nuevo carreteras secundarias.


Y siguen las plantaciones de maíz.


Situaciones que hacía mucho tiempo que no pasaba.


Empiezo a encontrar mucho tráfico, alguna retención y ya es hora de encontrar un camping.
Le digo al gps que me lleve  y pronto llegamos a uno rodeado de tranquilidad.
Sin darme cuenta estoy cerca de Varsovia, de ahí vendría el aumento de tráfico.
No me apetece meterme en una gran ciudad con todo lo que ello conlleva.
Al lado del camping hay un supermercado, me acerco con la moto a comprar algo fresco para cenar y una cerveza de la zona para probarla.
Ducha de rigor, cena y disfrutar de lo que queda de tarde.


Día VI.

Un día similar al de ayer.
Conducción tranquila, disfrutando del entorno y la vida del país.
No hago muchas fotos.
Si bien los bosques son impresionante, no hay variedad en el paisaje, al menos por la ruta que estoy haciendo.
Llego a Lituania.


Los frondosos bosque se transforman en inmensas llanuras con un viento lateral muy fuerte.
Atravieso Kaunas y veo un camping al lado del río, pero aún es pronto para acampar.
Decido seguir ruta.
Siguen las inmensas llanuras y el fuerte viento lateral.
Se acerca la hora de buscar alojamiento y encuentro este camping de lo mas singular.
Me instalo y después de las cosas cotidianas voy a dar un paseo por él y hacer unas fotos.





Lo que parece el taller.





Cenar y a dormir.

Día VII.

Se ha pasado casi toda la noche lloviendo.
Tengo que recoger la tienda completamente mojada.
Para que no me moje todo lo demás que llevo en el petate, la ato sola encima de la maleta.
Tiene pinta que va a estar lloviendo todo el día, no creo que se moje más de lo que está, con suerte se secará algo.
Me equipo para la lluvia y empiezo la ruta.
A los pocos km´s me doy cuenta que me he dejado la botella que utilizo para llevar el agua doy media vuelta y voy a buscarla, ahí estaba, donde se me había olvidado.
Empieza de nuevo la ruta.
Llego a Letonia.


No he desayunado nada.
Encuentro una gasolinera solitaria y paro a repostar y desayunar.
La atiende una señora que al principio se asusta al ver una especie de astronauta sin afeitar y despeinado.
Le pregunto si me puede hacer un café con leche y le pido una galletas que tiene por ahí y parecen caseras.
Compro también  pan, una especie de pan de molde.
Entrado en calor sigo ruta.
Atravieso Riga con obras y calles cortadas, eso es sinónimo de que el gps me va hacer un recorrido turístico por la ciudad y bien que a merecido la pena.
Una ciudad para pasar unos días y concocerla mas a fondo.
Sigo ruta.
Muchos radares, la mayoría hacen la foto de frente, pero alguno la hacen por detrás, espero no tener ningún tipo de recuerdo de esa índole.
Me coloco detrás, a una distancia prudencial, de un camión de la zona que va a buen ritmo.
Justo al parar para hacer esta foto había un radar.


Llego a Estonia.


Las repúblicas Bálticas son países pequeños y en seguida los atraviesas.
Veo que si decido ir directamente a Tallin a buscar el barco que me lleva a Helsinki llegaría muy tarde.
Decido buscar un camping y mañana ya veremos que hacemos.
Estonia me está gustando.
Decido buscar un camping y encuentro estas casetas, tan populares por estos lares, a un estupendo precio, 10 €.
Lo primero poner a secar la tienda que con el viento que hacía se secó en seguida.


Ducha y demás y a dar un paseo por la zona.
Las vistas desde el interior de la caseta.


El invernadero con el sistema que tiene para recoger el agua de lluvia.


El invernadero por dentro.
También tenían manzanos y aproveché para comer algo de fruta que últimamente poca había comido.


Gallinas.


La caseta y la casa principal.
En los bajos de la casa estaba el baño, sauna, cocina, comedor, salón para uso de los campistas, algo muy habitual también por estos lares.


Una estupenda tarde para hacer fotos.



Parece que las aves empiezan la migración.


Cenar y dormir.

Día VIII.

Hoy ha sido un día raro.
Pensaba quedarme uno o dos días mas en la caseta, que a parte de barata se está muy a gusto, pero hoy es sábado y la tiene reservada.
Mientras busco otro alojamiento para estarme unos días mas y conocer mas a fondo el país me encuentro con una oficina de turismo.
Aunque no es aún el horario de apertura la chica que lo atiende me abre, parece que vive allí por el estupendo olor que hacía a algún tipo de dulce que estaba haciendo en el horno.
Me comenta que hay una zona donde se puede hacer acampada libre.
Que bien huele, lástima de no saber inglés, si no hubiera alargado mas la conversación a ver si se acababan de hacer esos exquisitos manjares.
Voy hacia donde me había indicado por carreteras secundarias disfrutando de lo lindo de ir en moto, algo que había echado de menos estos día por las enormes e interminable rectas que hay en estos países.
Una estupenda zona de acampada al lado del mar con todos los servicios, baños, barbacoas...


Casetas para refugiarte, bancos,.....
Conociendo la ubicación del lugar decido seguir disfrutando de la zona y sus carreteras secundarias.


Visito algunos lagos.


Maquinas curiosas.


Sus bosques.


De nuevo me encuentro con carreteras de adoquines.


Y de nuevo aparece la lluvia.
Consulto las previsiones y parece que en lo que queda de día seguirá lloviendo.
Paro en una gasolinera a comer algo.
Al poco para otro motero con una Harley, intenta entablar conversación.
Me pregunta que cuantos km´s hay desde Barcelona hasta ahí con cara de asombrado.
Una sencilla y básica conversación.
Decido no hacer acampada libre por la lluvia y busco otro alojamiento.
Encuentro un hotel a un precio razonable.
Antes de ir al hotel paro a repostar en una gasolinera automática, pero el menú solo está en estonio.
En el surtidor de al lado hay una mujer y le pido si me puede echar una mano para repostar, sabe algo de inglés y muy amablemente me ayuda, le agradezco la amabilidad y me dirijo al hotel.


Después de quitarme la humedad y el frío con un buen baño, una cerveza de la zona, o eso me dijeron en recepción.


En un pequeño inciso que hizo la lluvia aproveché para dar un paseo y hacer unas fotos por los alrededores.



Cenar y dormir.

Día IX.

Ponemos rumbo a Finlandia.
Después de un copioso y original desayuno.


Pongo rumbo a Tallin donde cogeré el barco a Helsinki.
Al llegar me encuentro muchas calles cortadas, parece que hay una prueba deportiva, una maratón.
El gps de nuevo se vuelve loco, pero lo que parecía un problema al final fue casi la solución pues la ruta alternativa que habían designado por los cortes de calles, me llevó directamente a la terminal del puerto.
Subo a las taquillas y hay un barco apunto de salir.
Billete y a embarcar.
En el control de policía que hay antes me hacen soplar y yo había bebido un zumo de "noseque" en el desayuno y parece que no tenía alcohol.
Como el barco esta a punto de zarpar estaban las vallas de acceso cerradas y suerte que me pude colar con la moto.
El empleado que ata las motos estuvo trabajando en una naviera en Algeciras y sabe castellano, se me hace raro entender lo que me dicen.
A las 10 de la mañana estaba en las taquillas y el barco que debía salir a las 10.30, sale a las 10.18, un alarde de rapidez y eficacia.
En el barco me entretengo consultando el gps, a ver si también marca las rutas "nauticas"


Y haciendo fotos, Tallin vista desde el mar.


A sentarse, hacer fotos y disfrutar del trayecto.



Llegamos a Helsinki después de un tranquilo trayecto.


Desembarco, atravieso la ciudad y pongo rumbo a un camping.
Vuelve a llover.
Paro en uno de los puestos que hay en la carretera para tomar algo caliente y cambio de país, cambio de costumbres.
Aquí el café te lo pones tú con una especie de termos grandes que hay, aprietas y sale café, la leche en pequeñas porciones envasadas o directamente del envase.
La cara que se te queda cuando la chica intenta explicártelo en finés y al darse cuenta que no te enteras de nada, te hace una demostración práctica con alguna sonrisa por medio.
Las pastas las pude pedir con el dedo.
Autovía, pequeño tramo de carretera secundaria y llegamos al camping.
Por esta pista con una fina de capa de barro por encima.
Parada para mirar si resbalaba mucho y con asombro vi que apenas no, de todas maneras iba con mucha calma.


Llego al camping.
Monto la tienda rápidamente porque está empezando de nuevo a llover.


Y me refugio en la cocina.


Es un camping curioso.
Una gran zona de picnic de acceso público, pero al darte de alta en el camping te dan una llave para acceder a los baños, duchas y cocina que no están abiertas al publico en general.
Para un poco la lluvia y doy un paseo por la zona.




Me doy cuenta que es una isla en medio de un lago unida por un lengua de tierra.



Al lado de la cocina hay una barbacoa que habían utilizado hace poco.


Se acerca la hora de cenar y hago buen uso de la cocina para prepararme unos exquisitos fideos con verduras.


De postre un té con galletas.


Día X.
Ha estado casi toda la noche lloviendo.
De nuevo recojo la tienda mojada y la monto sola encima de la maleta para no mojar todo lo que llevo en el petate.
Pongo rumbo a cabo norte.
Pero antes una parada para hacer esta foto del estupendo amanecer.


Parada para desayunar.


De nuevo empieza a chispear.
Me pongo el traje de lluvia por si acaso.
Voy ruteando tranquilamente y disfrutando de la espectacular naturaleza que tiene Finlandia.
Aprovecho las paradas para repostar para ir comiendo cosas ligeras en vez de darme una copiosa comida.
Ya cenaremos bien por la noche.


Para de llover y se queda una estupenda tarde.
Empiezo a buscar camping, mas que por acampar por que aquí está permitida la acampada libre, por darme una ducha, que ayer con la lluvia no apetecía mojarse mas.
Voy a dos campings y están cerrados, el tercero lo encuentro abierto al lado de un lago.
Lo primero poner la tienda a secar.


Luego buscar un sitio donde poder sentarme y escribir las notas de esta crónica.


Y por fin a la ducha.
Ducha y sauna están juntas y son comunitarias.
Cuando voy yo no hay nadie.
Luego vi que la hora de la sauna es mas tarde.
Pequeño paseo para estirar las piernas y hacer unas tomas.


Esas fotos tan particulares de los lagos.



Y a cenar.
Un viaje sin sus lentejas no es un viaje.


Pequeño paseo para bajar las lentejas.


Ver atardecer.


Y a dormir.
Había muchos mosquitos y se ve que al ser yo el nuevo todos vinieron a mi porque me levanté con un montón de picadas.
La hinchazón de las picadas tardó varios días en bajar.

Día XI.

Hoy seguimos ruta por Laponia.
Parada para desayunar.


Al lado me encuentro este viejo helicóptero.



Sigo la ruta que prepare en casa y veo que el gps no me marca ninguna gasolinera.
Encuentro un surtidor automático y lleno por si acaso.
Estuve unos 130 km hasta llegar a la próxima gasolinera.
En cuanto a la ruta una maravilla.
Trasmite una sensación de soledad y aislamiento tremenda.


No hay pueblos ni nada que se le parezca.
Alguna que otra casa aislada.
Me encuentro esta señal.


Veo como la carretera se ensancha y parece que también la hagan servir como pista de aterrizaje.


Rectas hasta donde llega la vista.


Paro a tomar algo caliente y comer algo, azucar y grasas que es lo que pide el cuerpo para combatir este clima, aunque de momento frío no hace  mucho.


Cerca de la "sede" de papa Noel.



Sigo ruteando por este impresionante paraje que es Laponia.


Ya es hora de buscar camping y encuentro uno cerca de la carretera.
Donde puedo poner a secar algo de ropa.


Ducha y demás y dar un paseo por la zona.


Voy  a visitar esta tienda.


Que tiene expuestas algunas cosas curiosas.




Y la amabilidad y simpatía de la mujer que la regenta.
Hablaba menos ingles que yo, pero a base de gestos conseguimos entendernos.
Aprendí una palabra kiitos, gracias.
Sigo paseando por la zona.




Hasta que se acerca la noche.
Las tardes son agradables, pero a la que se va el sol, aparece el frío y solo apetece refugiarse en el saco.
Aunque donde estoy también tienen habitaciones a un precio razonable, me apetecía pasar una noche en Laponia en tienda.

Día XII.

Lo primero que intento hacer cada mañana es encontrar una gasolinera para repostar si hace falta, aunque estoy viendo que aquí es aconsejable repostar en todas pues están muy distanciadas entre ellas, alguna mas de 70 km, y desayunar algo caliente.
Desde Alemania veo que en las gasolineras hay de todo, cafés, comidas, pequeños supermercados, bocadillos y aquí especialmente es como el punto de reunión.
Algunas tienen hasta cocina y preparan ellos el pan o las pastas con un horno eléctrico.
No hay bares, o no los he vistos, y los trabajadores, gente del lugar, se reúnen para tomar el café de la mañana, o el almuerzo o comida.
También veo que tienen unos termos como de medio litro y vienen a las gasolineras a llenarlos de café.
En algunos baños me me encontrado que no hay grifo de agua fría y caliente, directamente sale caliente.
Hoy me he levantado hambriento.


Sigo ruta.
El paisaje es espectacular, difícil de describir.





Me encuentro con este cartel, ya falta menos, aunque viendo lo que estoy viendo no hay prisa por llegar y privarse de disfrutar de este entorno.


Seguimos disfrutando de la ruta.




De las pequeñas paradas para tomar algo caliente que tan bien sientan.


Llegamos a Noruega.


La espectacularidad sigue en aumento.



Un pequeño pueblo.



Los puentes y túneles se van sucediendo.




Hace un día soleado pero con mucho viento.


Llegamos a cabo norte, previo pago de casi 29 €.
Hay otros visitantes también haciéndose fotos y les pido si me pueden hacer una.
Amablemente aceptan.


Luego entablamos una pequeña conversación: de donde vienes,....esas cosas.
Le agradezco la foto y voy a curiosear por la zona.
La moto la había dejado en el aparcamiento y no había cogido la cámara, con el móvil poco mas se puede hacer.


Un monumento que hay por allí.


Me refugié un rato dentro del complejo para descansar del viento.


Y para visitar el pequeño museo que hay.





También hay una corta película, fotos de famoso e ilustres personas que han visitado el lugar.
Un pasadizo donde accedes a una especie de balcón en mitad del acantilado.
Mi intención era pasar la noche aquí en la tienda pero con el fuerte viento que hacía y ademas según las previsiones el viento iba a ir en aumento, no sabía si aguantaría la tienda y preferí volver atrás, a unos 50 km´s donde había visto en una zona de descanso un buen sitio para montar la tienda y que ademas parecía resguardado del viento.
Aquí.


Esta es la cala que tenía al lado, aunque no apetecía mucho darse un baño.



Este reno seria mi compañero durante toda la noche.


En el lugar había baños.


Día XIII.

El reno estuvo toda la noche pastando por la zona, a veces tan cerca de la tienda que le oia arrancar la hierba.
Amanece a las 3.30 y esto es lo primero que veo al abrir la tienda.


Ayer cuando monté la tienda estaba solo, al levantarme eramos dos tiendas y tres furgonetas.
Desmonto la tienda, como algo, no creo que a estas horas haya ninguna gasolinera abierta y empiezo la ruta.
Ruta improvisada.
A partir de la primera semana de viaje voy improvisando la ruta.
El tiempo, los imprevistos y el viaje es el que decide la ruta.
Llego a la que es la ultima gasolinera antes de llegar a cabo Norte y la primera saliendo de él, que es mi caso, y el bar/supermercado que hay esta cerrado como me temía, pero los surtidores funcionan de forma automática.
Aprovecho para repostar.
Amanece un día soleado y radiante.
Aunque poco a poco se va nublando y al final acaba por llover.


Los paisajes, fiordos, puertos de montaña, puentes, túneles....se van sucediendo haciendo una ruta muy divertida y entretenida, sumado a las numerosas curvas que hay, es una ruta muy motera.



Cuando llega un túnel que esta prohibido el paso de ciclista y peatones hay una carretera secundaria.
Esta es una de ellas.


Tendría que hacer la ruta andando para poder hacer todas las fotos que veo.





Por casualidad voy siguiendo la carretera E6.


Un insecto de la zona que me vino a saludar.


La E6 una carretera que lo tiene todo.
Curvas, paisajes,curvas, túneles, fiordos, mas curvas, rápidos, montañas, puertos de montaña como este de la foto.


Donde me di cuenta que la isla tiene un pequeño lago en su interior.


Sigue lloviendo y hace frío.
Decido buscar alojamiento y encuentro una caseta, un poco cara, pero ya estaba cansado de mojarme.


Aprovecho para darme una buena ducha.
Lo malo de hacer acampada libre es que no hay duchas.
Y para lavar algo de ropa.


En este camping me encuentro a otro catalán.
Le comento que voy a las islas Lofoten y casualmente el viene de allí.
Me indica el camping que han estado en una cabaña a precio razonable y un fiordo "el mas bonito que he visto" palabras textuales suyas.
Le agradezco la información.
Cena y a dormir.

Día XIV.

Esto es lo que veo al levantarme desde la cabaña.


Cargo la moto y ya salgo directamente con el traje de lluvia puesto.
Si bien a la subida el tiempo había sido mas suave de lo que yo esperaba, en la bajada el rigor del tiempo noruego lo estaba viviendo en toda su plenitud.
Frío, lluvia, viento, aunque yo no lo sufría en demasía porque iba con la equipación adecuada.
Ademas este tiempo hacia que viviese con mas intensidad el viaje, el entorno, los paisajes.
Ya me había acostumbrado a la lluvia y podía disfrutar conduciendo con ella.
Empieza ruta.
Una cascada que baja desde la cima de la montaña hasta el mar, algo bastante usual por allí.



Lagos tras cualquier curva.


Subiendo otro puerto de montaña.


Ya en las islas Lofoten.


Fotos donde mirases.


El gps aquí en Noruega me hace cosas raras.
Se pone la pantalla negra y luego vuelve a aparecer.
El dibujito que simula la posición desaparece y aparece cuando le parece.
Me estoy encontrando militares por la zona que parece que estén de maniobras, no se si eso tendra algo que ver.
A parte de eso, funciona bien.



Un pueblo al pie de las montañas.





La carretera muy divertida pese a la lluvia.


Llego al camping, me instalo en la cabaña, la ducha de rigor y a preparar la cena.
Suelo cenar temprano, acostarme al anochecer y levantarme al amanecer para aprovechar las horas de luz.
Así de elegantes preparan por aquí los bocadillos.


Creo que nunca me había sentado tan bien una sopa de sobre.


Unas galletas de postre.


Esta es la vista desde la cabaña.


Después de cenar deja de llover y aprovecho para dar un paseo y hacer unas tomas.
Sobran los comentarios.











Día XV.

Amanece lloviendo.
Me equipo para la lluvia y a disfrutar de los colores del otoño.
Este puente lo pase ayer de venida y ahora lo paso de nuevo de ida.


Continuo por la E6 sin marcar ninguna ruta, simplemente sigo las indicaciones.
Parece que hay como una especie de peajes, por foto, aunque no ponga nada de motos, si viene la carta, bienvenida será.
El único ferry que cogí.



La situación fue divertida.
El espacio donde están los coches esta cerrado y no hace aire.
Mucha gente salió y subió donde yo estoy a contemplar el entorno y hacer fotos y aquí no está protegido y si hace aire, aire frío.
Rápidamente volvieron al confort de sus coches.
Yo iba con el casco, la chaqueta y un guante puesto mientras hacia la foto, luego llevaba los dos.



Estos o similares son los lavabos que hay en muchas zonas de descanso.
Hay otros, que son de pago, que ahí si hay duchas.


Sigo ruta.
Llega la hora de encontrar alojamiento.
Sigue lloviendo.
Encuentro un hotel donde prácticamente solo hay alojados trabajadores.
El precio es razonable, ahí me quedo.
Este tipo de construcción como si fuesen contenedores, es habitual por la zona.
Esta es la vista de mi habitación.



Luego paseo para estirar las piernas y hacer unas fotos.
Al fondo lo que parece una piscifactoría.




A dormir que mañana espera otro intenso día.

Día XVI.

Sigo por la E6 bajando Noruega que a parte de sus paisajes que no voy a insistir mas en lo majestuosos que son, es un país lleno de sensaciones.
Sensaciones que hacía tiempo que no sentía encima de la moto.
El mal tiempo, la lluvia, el frío, no hacen mas que acentuar esas sensaciones y aumentarlas, en vez de disminuirlas.
Empiezo ruta y al poco veo esto en el horizonte.


Empiezo a subir un puerto de montaña.


No hay fotos, no me atreví a parar.
El paisaje empieza con unos ríos y unos rápidos espectaculares.
Hasta que la carretera llega a la cima de la montaña inerte, sin nigún arbol, solo algún matorral y va siguiéndola con un aire lateral muy fuerte, la carretera húmeda y frío, mucho frío, suerte que iba bien equipado.
Tenía la sensación que el viento desplazaba la moto lateralmente haciéndola patinar sobre el asfalto.
Tráfico casi nulo, algún coche de vez en cuando que me miraban con cara de asombrados.
Llegue a la cima y me regalo una fuerte ráfaga de viento que casi me saca de la carretera.
Empezó la bajada y la cosa se fue suavizando poco a poco.
En estas situaciones valoras la moto que llevas y la Explorer, da pero que mucha confianza, mucha, una gran moto.
Cuando todo se tranquilizó y volvió a la normalidad empecé de nuevo a disfrutar de Noruega.




Vi estos rápidos por la carretera que iba medio ocultos entre los árboles y rápidamente busqué una carretera para ir a verlos y hacer la foto.
El sonido que emitían era espectacular.


Encuentro un camping en la carretera y decido quedarme en una de sus cabañas.


En algunas casa y cabañas se ven estos techos, desconozco el motivo.


Al final se quedó una agradable tarde para hacer fotos.






Y mas agradable fue la noche en la cabaña con la calefacción puesta.

Día XVII.

Otro día de sensaciones.
Anoche mirando las previsiones vi que si seguía la E6 tendría lluvia todo el día.
Decidí ir por el interior, donde las previsiones no daban lluvia.
Salgo con el traje de lluvia puesto.
Parada para repostar y desayunar.


El entorno no da tregua a los sentidos.
Esa "mancha" blanca que se ve es una enorme cascada que caía desde la cima de la montaña hasta el río.



Los rápidos que invitan a imaginar aventuras.


Pese a no saber donde me iba a meter y aún a riesgo de encontrarme un puerto como el de ayer, decido seguir por el interior.
Noruega me está regalando estos días su clima mas duro.
Hago paradas cada 100 o 150 km, mas que por necesidad de repostar, por tomar algo caliente.
Antes de iniciar la subida a un puerto, esta nube se empeñaba en seguirme.


El puerto que subo no es tan duro como ayer, pero sigue lloviendo, viento y frío.
No se si me he puesto el traje mal o es que la botas ya no aguantan mas, pero tengo los pies empapados y estoy cogiendo frío.
Hay que ponerle remedio a eso.
Paro en una gasolinera y ademas de tomar algo caliente me seco los pies y me pongo calcetines secos.
Consigo quitarme el frío del cuerpo.
Sigo ruta.
En algunas zonas de descanso también hay información turística en forma de mapa o panfletos en varios idiomas.


Por la tarde salió el sol y disfrute de ir moto por carreteras solitarias y llenas de curvas.
Esta vez me costó encontrar un camping.
Luego me enteraría que estoy en una zona de pistas de esquí de fondo.
En la cabaña a parte del radiador hay esta estufa de leña, aquí debe hacer frío de verdad.
Después del frío que he pasado hoy rápidamente me voy a la ducha de agua bien caliente.
No acabo de entender porque en algunos campings te cobran por la ducha, pero luego tienes todo el agua caliente que quieras en los lavabos.


Plano del lugar.


A parte de por hacer fotos, es aconsejable darse una buena caminata después de haber estado 6-8-10 horas encima de la moto.



Había un montón de setas, lástima que sea un ignorante en el tema, si no me hubiese puesto las botas.


Fotogénico puente.


Desconozco que plantas son, pero dan toda la sensación de ser nieve.


Pequeño experimento con las aguas del río.




Los colores del otoño.



El plano de lo que parece rutas de esquí de fondo.


Cuando llego a a la cabaña me vienen a recibir.


Desconozco si hay algún tipo de restricción en Noruega con respecto al consumo de alcohol, pero al ir a pedir una cerveza al bar del camping me ha dicho que en la cabaña no me la podía tomar, que tenía que ser en el bar y cuando ha mirado en la nevera me ha dicho que no tenía.
Lo curioso  es que yo no suelo beber alcohol, sencillamente me hacia gracia probar las cervezas en su país de origen.

Día XVIII.

Al levantarme me encuentro la moto congelada.
La cerraduras de las maletas laterales están congeladas y me cuesta abrirlas, la del baúl y la del contacto están bien, no hay problema.
Cojo una garrafa que hay en la cabaña, la lleno de agua caliente y le doy un buen baño a la moto, luego la seco rápidamente no se vuelva a congelar.
La moto arranca a la primera y la dejo un buen rato encendida para que coja temperatura.


Noruega me despide con un día frío y soleado.
El temor que tenía era encontrar hielo en la carretera, pero solo había humedades.
La mañana durante bastante tiempo siguió fria.



Suecia me recibe con un día frío y lluvioso.
Paro en una gasolinera a tomar algo caliente y a intentar volver a sentir las manos.
Unos trabajadores que están desayunando en la gasolinera me miran asombrados y me dicen algo, aunque no lo entendí, parecía algo así como "que haces en moto con este tiempo".


Sale el sol y vuelvo a disfrutar de ir en moto.
Llego a un cruce y cambian por completo las carreteras, amplias, a ratos dos carriles, mucho trafico.
Sigo ruta y al fondo veo una nubes amenazadoras.
Por hoy ya me he mojado bastante, decido buscar un camping.
Encuentro uno que parece vacío, pero aparece una pareja que me dicen que si está abierto.
Cuando ven que intento montar la tienda me comentan que hay unas cabañas al mismo precio que la acampada.
La llave está en la puerta.
Le agradezco la información y allí voy.


Luego me acerco a la recepción y veo que esta abierta a unas horas determinadas, me pasare para inscribirme y pagarles.
De paso curioseo por las instalaciones a disposición de los campistas.
El comedor y al fondo el salón.


La cocina.


Para no variar doy un paseo y hago unas tomas.




También esta al lado de un lago.


Estos días que he estado cambiando de país tan rápidamente notas que lo que realmente hace un país no es la orografía, los árboles son los mismos, las montañas son las mismas, es la gente, sus costumbres, su manera de tratar al viajero, su cocina....
Cuando vas aprendiendo como funciona un país pasas a otro y tienes que volver a aprender.
 Aquellas pastas que tanto me gustaban, ya no las volveré a comer.
Aquella simpatía de sus gentes, se convierte en correcta educación.
Es una de las cosas por las que me engancha viajar y si es en moto ya no lo puedes dejar.


Día XIX.

Las carreteras de Suecia son buenas y en algunos tramos autovía, van bien si quieres viajar rápido, pero lo que yo quiero es conocer un poquito mas el país.
Paro en una gasolinera y mientras desayuno hago una ruta en el gps por carreteras secundarias para conocer la costa.


Hoy hace un día estupendo para ir en moto.
Los paisajes acompañan.


De la Suecia industrial paso a una Suecia mas rural.
Campos de cultivo, granjas de animales, playas tranquilas.
Busco un camping pero los que encuentro están cerrados, cuando casi me dispongo a tirar la toalla e irme al interior, encuentro uno  abierto al lado del mar del Norte.
Monto la tienda y como es buena hora me acerco a una gasolinera a comer algo.
Pido una hamburguesa de no se que, pero que está buena.
También compro una ensalada con cosas extrañas para la cena.


Compro una cerveza para tomármela tranquilamente en la tienda, fuera hace viento.


Este "barco vikingo" estaba en una zona de juego para niños cercana al camping.


Hace una soleada tarde y después del clima que he tenido estos último días, parece que estemos en verano.
Aprovecho para dar un tranquilo paseo por la playa.


Hay un valiente haciendo kitesurfing y me regala esta estupenda toma.


La vegetación hasta la misma orilla de la playa.



Esto parece la linea divisoria de hasta donde se puede pasar.
Al otro lado hay una reserva natural.



Un estupendo lugar para disfrutar de la tranquilidad del mar.
Estuve un buen rato.



Fui a cenar y luego a hacer una fotos del atardecer.
Estas son una pequeña selección de todas las que hice.
Atardecer en el mar del Norte.




Día XX.

Esta noche ha hecho frío.
Por la mañana me encuentro la tienda con una fina capa de hielo.
Tengo que sacudir bien el sobretoldo para intentar quitarlo, pero aún así se queda mojado.
La moto nada, solo un poco de humedad.
Voy a hacer una foto con el móvil y el frío a descargado la batería, no me acuerdo que llevo la cámara.
Desmonto y pongo rumbo a Dinamarca.
Vías rápidas.
Nada destacable salvo los dos impresionantes puentes de pago que hay que pasar.
El primero es puente y luego túnel.
El segundo solo puente con una isla en medio.
Me apetece pasar una noche en  Dinamarca y busco un camping.
Tengo suerte y al primero que voy está abierto.


Me sorprende que en la cocina que hay para uso de los campistas haya vitrocerámica.
Antes de que yo entrase alguien había hecho algún dulce en el horno que también hay y hacia un olor estupendo, de esos que alimentan.
Yo me conformé con el café con leche.


Y unas galletas mientras escribía las notas para la crónica.


Después de la merienda fui a dar una vuelta por la playa que hay cerca.


Es curiosa la cultura de los países.
Aquí vendían algo, no se bien lo que era y hay una caja donde dejas el dinero.



Me sorprendió que en los dos extremos de la playa había industrias.



Un tranquilo y bonito lugar.



Día XXI

Hoy tampoco nada singular.
Vía rápida.
Al llegar a Alemania autopista con sus tramos sin limite de velocidad y sus tramos de retenciones.
El neumático delantero ya está en las últimas y voy a intentar llegar a casa con él.
Voy a velocidad contenida, 90-100 para intentar minimizar el desgaste.
Buscar un camping, también tuve suerte y al primero que fui estaba abierto.


En este banco me senté luego para ver atardecer.


Me acerque a una gasolinera para comprar algo para cenar, pollo caliente con verduras y una cerveza del lugar.


Un lugar curioso para sentarse.


Tuve una visita inesperada.


Día XXII.

Al amanecer había un poco de niebla pero nada significativo.


De nuevo ruta rápida para bajar y buscar camping en Francia.
Aunque esta bastante gastado, parece que el neumático aguantara hasta casa.


Pequeño paseo por el lago que hay al lado.


Se nota que ya hemos vuelto al calor.
Después de cenar iba a comer un poco de chocolate que tenía en el baúl y estaba completamente desecho.
Una fondue de chocolate sin proponermelo.


La iglesia del pueblo.


Día XXIII.

Me levanto pronto para recoger y ya directo a casa pese a que las previsiones dan lluvias.
Me levanto tan pronto que aún no está abierta la barrera del camping.
Doy un paseo por el pueblo y hago alguna toma.



1100 km del tirón, unas 15 horas de moto con paradas cortas para comer algo y repostar y lluvia, mucha lluvia, me caló todo con el traje de lluvia puesto, suerte que no hacia frío y ya llegaba a casa.
Pasado Francia paró la lluvia y pude secarme algo, pero al llegar a casa directo a la ducha de agua caliente.

Un viaje increible pese al mal tiempo en algunos días.
Aproximadamente 12.000 km.
La moto, como ya he comentado antes, da mucha seguridad, una muy buena moto para viajar.
Las fotos están hechas con el móvil y con una D60.

Nos vemos en el próximo viaje o salida.