sábado, 24 de julio de 2021

Motards Quaternaris III aniversario

 Julio 2021

(si clickais encima de las fotos se amplían solas)


Hace tres años los que somos los administradores del grupo mientras tomábamos un café en la última parada de la ruta antes de llegar a casa, decidimos hacer un grupo.
Un grupo para disfrutar de la moto como nos gusta.
Abierto a todo el mundo, pero con un numero reducido de componentes.
Un grupo  que en estos tres años hemos vivido muchas rutas, viajes, fines de semana.
Que mejor manera de celebrar el III aniversario que haciendo una salida de fin de semana.
Y que mejor sitio que los pirineos.
Ese paraíso natural que tenemos al lado de casa.
La ruta muy parecida a la del año anterior, con alguna pequeña modificación  y sumando alguna que otra curva que, entonces, nos dejamos en el tintero.
No pudimos asistir tod@s los miembros, las obligaciones son las que son, pero las fotos se compartieron como si allí estuviésemos tod@s.
Quedamos en uno de los puntos habituales.
Empieza la diversión.
Un pequeño tramo de autovía y llegan las curvas.
Curvas.
Paisajes espectaculares.
Curvas.
Buen asfalto.
Curvas.
No hay fotos, por esos tramos hemos pasado en otras ocasiones.
Curvas.
Paramos a darnos un "almuerzo motero" en La Pobla de Segur.
Estamos en pleno pirineo.
Curvas.
Una estrecha carretera pirenaica para "entrar en calor"


Entramos en Huesca.
Cañón de Añisclo.
Poco que decir, espectacular.






Seguimos ruta.
Íbamos a hacer un tramo desconocido.
Empieza una carretera estrecha de la que estamos acostumbrados sin demasiadas dificultades.
Poco a poco el asfalto se va rompiendo.


Las dificultades van aumentando.
Los bancos de graba también.
A varios nosotros se nos fue  la moto de delante sin mas consecuencias que el susto.
Al final acaba en pista.



Pirineos.
Los puertos se suceden.
Uno tras otro.


Uno de los componentes del grupo nunca había subido en su moto el espectacular (para mi uno de mis favoritos ) col d´Aubisque ni el "todoconocido" Tourmalet.
Hoy coronaríamos el col d´Aubisque.
Por desgracia la niebla no nos dejó disfrutar de la magnitud del puerto.



Durante la subida varios coche me hicieron luces.
"Que pasará.....?" me preguntaba.
En medio de una curva ciega y con el aderezo de la niebla me encuentro una vacada.
Suerte que con la niebla íbamos despacio y solo se quedó en sorpresa.
Siempre que paso por Francia tengo esa "envidia ajena" del respeto y la complicidad que tienen tod@s los conductores franceses con la motos.
Teníamos previsto dormir en un camping conocido, en un lugar espectacular, al lado de un lago natural, el mismo que estuvimos el año pasado.
La sorpresa fue al llegar que estaba lleno.
El año pasado cuando fuimos estaba prácticamente vacío, pero me equivoqué de mes, el año pasado fuimos en junio, no para celebrar el II aniversario, si no para disfrutar de un fin de semana en los pirineos.
Este es el lago donde está el camping.


Volvemos sobre nuestros pasos (la carretera acaba en el lago) a otro camping que habíamos visto en la ruta.
Hay sitio.
Montamos el campamento.


Cenar.
Las charlas propias de moter@s.
A dormir con el fresco de los pirineos.
Salimos a las 7.30 de la mañana y estábamos montando pasadas las 8 de la tarde.
Un buen día de moto.

Amanece un nuevo día.
Recoger.
Cargar las motos.
Comer alguna galleta.
Buscar un bar donde tomar un café con leche acompañado con los riquísimos croissants recién hechos de la boulangerie .
Durante el camino nos encontramos con alguna que otra vacada, pero esta vez sin el aderezo de la niebla.


Con el cuerpo templado por el café con leche seguimos disfrutando de los pirineos.


Todo un espectáculo.



Mientras hacemos la foto de grupo en la cima del Tourmalet Lluis se adelanta y nos hace estas estupendas fotos mientras bajamos.





Seguimos ruta pero en vez de hacer el col de Aspin  hacemos un puerto que me gusta especialmente.
Un puerto que nunca me acuerdo como se llama.


Seguimos ruta.
Nos encontramos el col de Portillon cerrado.
Tenemos que dar un pequeño rodeo para entrar en Cataluña.
Vielha.
Empieza el calor.
La vuelta a Barcelona fue dura.
Llegamos a ver en la moto 37º.
Todo lo que no pudo con nosotros los km´s anteriores, ni los puertos de montaña, ni la infinidad de curvas, lo estaba pudiendo el calor.
Paramos en una gasolinera a refrescarnos y comernos un helado reparador y esta temperatura marcaba la moto en la sombra.


Un finde muy motero, para repetir, pese al ultimo tramo de calor.
Las estadísticas del viaje.


Fotos: Motards Quaternaris.
Nos vemos en la próxima, que esperemos sea pronto.