sábado, 18 de febrero de 2023

Costa Brava, costa Bermeja y pirineos nevados

 Febrero 2023

(Si clickais encima de las fotos se amplían solas)


Hacía tiempo que quería retomar la moto, la cámara, en este caso el móvil y a mi mismo y hacer una de las cosas que más me gustan, una buena ruta, sus fotos y su crónica.
Que mejor sitio que la costa Brava con sus solitarias carreteras fuera de la época estival, su continuación francesa, la costa Bermeja y "mis pirineos" nevados.
Soy afortunado de vivir en este país donde pasas de unas espectaculares calas a los pies de los acantilados a unas montañas nevadas en pocos kilómetros todo eso unido por carreteras muy moteras, curvas, paisajes, curvas, fotos, curvas, fotos, paisajes,.....
Pueblos con mucha historia.
El primer tramo de enlace es un aburrido tramo de autopista, decido levantarme pronto para no perder horas de luz.
Mis previsiones sobre el frío fueron muy optimistas.
Aunque en esta foto marca la temperatura de 2.5º, llegué a ver 0.5º que unido a la velocidad de la autopista la sensación es de mucho, mucho, mucho frío.
Los puños calefactables y el asiento, también calefactable, lo único que consiguen, a esas temperaturas, es que no se te caigan los dedos por el camino, porque el dolor del frío lo sientes.


Paro en este bar conocido a tomar algo muy caliente para recuperar el calor corporal ( mientras iba por la autopista, intentando contar los dedos que me quedaban, me vino a la cabeza el viaje a cabo norte, el frío que allí  hacia, a veces unido con lluvia y la tremenda sonrisa que llevaba debajo del casco, hay muchas maneras de sentirse vivo y esta es una de ellas, descubrir un país en su estado natural, sin armaduras que nos aislen del exterior, cosas de moteros de la antigua escuela ).
Un café con leche bien caliente y esperar un rato a que salga el sol, aunque esperé muy poco, podían mas la ganas de ir en moto, que el frío ambiente.


Me pierdo por las carretera de  l´Empordà.


En las paradas para hacer la foto no apagaba la moto para que no se enfriaran los puños ni el asiento.


Me paro a ver amanecer, el reloj de la moto seguía marcando 2º, que mas da, el espectáculo lo merece.
Una de las cosas que mas me gustan de ir en moto son las sensaciones que percibes y estar perdido en una carretera solitaria, con un frío de narices viendo amanecer, no se paga con dinero, sentirse vivo.


Carreteras.


Intento hacer nuevos amigos con estas simpáticas vacas y mi sombra.


Calas de la costa Brava con ese sol picando para entrar en la foto.


Dan ganas de sentarse a pasar el día.


Mi moto pacientemente esperando para seguir ruta, aunque a veces me da unas broncas tremendas porque no salimos a descubrir nuevos lugares y hacer km´s.


Hoy se han vuelto a compinchar la moto y el gps y eso es sinónimo de ruta divertida.
Se llevan muy bien.
Los dejas a su aire y a disfrutar.


El último pueblo antes de cruzar la frontera.


Con su amanecer.




De la temperatura que veníamos, la que marca ahora la moto es como estar en verano.


Pueblos de la costa Bermeja, con autorretrato incluido.






Nos adentramos en los pirineos con los árboles frutales aún si florecer, queda poco para la primavera.


La duda de siempre, dos fotos similares, cual pongo, pongo las dos.



Empieza la nieve, aunque las carreteras están limpias.


La Explorer en primer plano.





Circular con nieve es una experiencia inolvidable y para repetir.



Una ruta no muy larga.
Para repetir, aunque haga frío.


Fotos móvil.
Nos vemos en la próxima.