martes, 21 de julio de 2020

Motards Quaternaris, segundo aniversario.


Julio 2020
(si clickais encima de las fotos se amplían solas)

El grupo cumplía dos años.
Que mejor manera de celebrarlo que con un fin de semana subidos encima de la moto.
Donde ir...?
Pirineos, ese paraíso que tenemos al lado de casa.
Preparo una ruta por puertos poco conocidos, zonas por descubrir, con sugerencias del grupo.
Una pena no haber podido ir todos los miembros, pero algunos tenían obligaciones que cumplir.
Las previsiones del tiempo eran buenas.
Vamos al punto de encuentro y chispea, por suerte toda la lluvia que tuvimos en el fin de semana.
Un "to recto" hasta Puigcerdá que es donde empieza la ruta.
Pero antes parada para almorzar algo caliente.
Aunque en Barcelona hacía bastante calor, al ir acercándonos a los pirineos el fresco iba en aumento.


Los estómagos llenos y recuperada la temperatura corporal seguimos ruta.
Pequeña parada para repostar antes de entrar en Francia.
Hay bastante diferencia en el precio de la gasolina.
Curvas, verde, paisajes impresionantes.


Coronamos el primer puerto de los "no se cuantos" que llegaríamos a subir el fin de semana.
Coincidimos con un grupo motero y entablamos una pequeña conversación.
Van con R´s y se están planteando dar el cambio a una trail.


El nombre del puerto.


Hay una manada de caballos y aprovechamos para cambiar impresiones con ellos y de paso hacer unas fotos.


Seguimos ruta.
Pronto empiezan a aparecer cascadas.
Unas cuantas vimos.


Carreteras secundarias, inundadas por las sombras.
Olor a verde.
Humedad.
Frescor.
Tráfico prácticamente nulo.
Encontramos una especie de aparcamiento con mesas de picnic.
Aprovechamos para parar a comer.
Recuperadas las fuerzas seguimos ruta.
Coronamos otro puerto y se abre ante nosotros un tremendo paisaje en forma de una enorme manta verde adornada con pequeñas cimas.
Con espectáculo incluido.
Unos parapentistas  que parecía danzasen sobre nuestras cabezas.
Numerosos espectadores en las laderas también disfrutaban del baile sobre invisibles capas de aire.
La expectación fue tal que no caí en parar a hacer unas fotos.
Una danza de bailarines flotando en el aire.
Seguimos ruta. 
Paramos en un pueblo a buscar un camping y casualmente hay uno cerca.
Montamos el campamento base.


Después de la ducha de rigor y ponernos ropa cómoda para caminar damos un tranquilo paseo hasta el pueblo siguiendo el curso del río.


En el pueblo damos buena cuenta de unas cervezas artesanales que hacen allí.
Buenísima, que con el estómago aún vacío parece que sus efectos sean mas potentes.


Un paseo por el pueblo y de paso hacer unas fotos.
La subida al castillo.


Otra visión del castillo.


Empieza a irse el sol y el fresco empieza a hacerse notar.
Decidimos ir al camping a cenar.
En el camino de vuelta nos entretenemos viendo a los pescadores.


Camping y a cenar.
Unos cenamos algo frío, otros algo caliente.
Con la magia de las conversaciones a la luz de la luna ayudada por la luz de la farola.
Todo un lujo.


A dormir con el fresco de la noche pirenaica.

Amanece.
Sonidos del bosque, pese a estar el camping cerca de la carretera.
Salgo de la tienda.
Hace fresco.
Hay niebla.


Poco a poco nos vamos despertando tod@s.
Vamos recogiendo el campamento y preparando las motos.
Iremos a desayunar al cercano pueblo.
Primero comprar unas buenísimas pastas en la panadería, sin olvidarnos del también buenísimo pan para la comida y luego un café con leche en el único bar del pueblo, que también es hotel.
Mientras desayunábamos íbamos viendo como la niebla se iba disipando y aparecía un radiante y soleado día.
Parece que hasta el tiempo se alió con nosotros este fin de semana.
Cuando necesitábamos un sitio para hacer el picnic, aparece el aparcamiento con mesas a la sombra.
Buscamos camping y en el primer pueblo que paramos hay uno cerca.
Queríamos disfrutar de los pirineos y bien que lo pudimos hacer.
Ya despertados y con el desayuno en el cuerpo empezamos ruta.
Todo un lujo empezar desde los mismos pirineos.
En la primera gasolinera que encontramos repostamos.
Los puertos de montaña siguen sucediéndose unos tras otros.
No da tiempo a asimilar todo lo que vamos viendo.
Gargantas, cascadas, seguimos curso de los ríos, acantilados, curvas, tramos a veces en estado "explorer"


Algunas cumbres aún están nevadas.
Muchos ciclistas.
Varios de estos puertos son habituales en el Tour de Francia.


Tenemos todo un plató a nuestra disposición.


Empezamos a subir un puerto donde el asfalto esta en mal estado y hay mucha gravilla.
Algún compañero tiene un pequeño "sustillo" pero nada grave.


Lluis se adelanta y nos hace esas fotos que tanto nos gustan.




Llegamos a la cima.
Hay mucha gente, coches, ciclistas, hasta un puesto donde se puede comer entre otras cosas crepes.
No es de extrañar, las vistas y el lugar son impresionantes.


Con alguna mesa para hacer el picnic en un lugar privilegiado.


Después del pequeño descanso y las fotos de rigor seguimos ruta.
Curvas, gargantas, ríos, cimas.....


El calor empieza a apretar y paramos a ponernos en modo verano.


Seguimos ruta y entramos de nuevo en Cataluña.
Yo hago un "to recto" para casa y el resto del grupo intenta ir a ver unas cascadas que hay por la zona.
Un fin de semana espectacular, de mucha moto.
Paisajes y pueblos como sacados de un cuento.
Pirineos en estado puro.
Desde Badalona casi 900 km.

FOTOS: Motards Quaternaris.

Nos vemos en la próxima.






















domingo, 12 de julio de 2020

Ruta fotográfica por la Catalunya Nord.

Julio 2020
(si clickais encima de las fotos se amplían solas)

Por el "parón" forzoso que hemos tenido debido al "bichillo" tenia ya ganas de coger la moto, la cámara y a mi mismo y hacer una de las cosas que mas me gustan.
Ir en moto descubriendo nuevos lugares y fotografiarlos.
Esta vez iba a ir de nuevo a la Catalunya Nord a disfrutar de sus estupendas, bonitas y muy divertidas carreteras.
Pero no hablaría de las rutas ( en este blog hay varias entradas de rutas por estos lares ), si no de las cosas que nos solemos dejar de ver y que están alrededor de la ruta.
Calor en Barcelona y al llegar al principio de la ruta me encuentro esto.


Primera sesión fotográfica.
Me entretengo haciendo tomas con el móvil y la cámara.


Por ese mar de nubes me tendré que sumergir luego.
El calor parece que desaparecerá pronto.


Cojo un desvío que no conocía y me encuentro esta foto.


Y una naturaleza espectacular.


Veo otra composición parecida a la anterior que también me gusta.


Sigo ruta.
Empieza a aparecer la niebla y con ella el frío.


Y la primera cascada de las muchas que ví.


La niebla parece que vaya a devorar  a las montañas.


Con unas espectadoras muy coloridas.


Tenia pensado visitar este lugar pero, iluso de mi, no había caído que es julio, plena época vacacional y estaba a rebosar de gente, unido a que está en el valle y al bajar de las montañas la temperatura subió de forma espectacular, me animó  a volver a subir a las montañas en busca del frío y me contenté con verlo desde el mirador.
Volveré, promete ser espectacular.


De nuevo el fresco de las alturas, aun a riesgo de soportar la niebla.
Cascadas, cascadas, cascadas.....


Y naturaleza.
Se nota estos meses que hemos estado confinados, todo parecía mas esplendoroso de lo que ya es.


El estomago empieza a hacerse notar y paro a comer algo bastante sustancioso que creo me espera una tarde movidita.
Francia es una maravilla en  las zonas de pic-pic, hay abundantes y en general bien cuidadas.


Sigo ruta hacia un lago que descubrí por casualidad y que hace tiempo tengo ganas de conocer.
Me encuentro con una especie de competición ciclista pero con las carreteras abiertas.
Subo un puerto que en moto es de primera y segunda y allí están.
No dejo de admirarlos.
Parece que no son profesionales, veo de todas la edades.
Mas merito aún.
El acceso al lago es por pista.
Una pista fácil pero que con las lluvias de ayer ayudadas por la niebla de hoy tiene una fina capa de barro.
Hay que ir con cuidado.
Llego al parking y veo el cartel.
Media hora de subida y un desnivel de 150 mts.
"No parece complicado" pienso para mi y a la bajada pensé "pero quien mide estas cosas..?".
Empiezo a subir el sendero y el entorno es una auténtica lujuria de fotos.


El viejo truco de "paro para hacer una foto" y en realidad lo que estás haciendo es coger aire.
Al ver esta composición me vino un "flash" de que ha aparecido una hada.


Y en esta parecía que venían a buscarme, que "aun no es mi hora".


Pese a la dureza inicial de la caminata con el sendero vestido de una fina capa de barro, la subida se hizo entretenida y alcancé a un grupo de cuatro franceses.
Uno de ellos una señora de unos 80 años con su bastón.....y yo quejándome.
Llego al lago.
Impresionante.


Busco una roca para sentarme, reponer fuerzas y disfrutar de ese privilegiado entorno.
Con esa cara que se te queda viendo tremendo espectáculo llega el grupo que había pasado antes.
Entablamos una pequeña conversación.
Como mi francés es nefasto les pregunto si hablan catalán, algo habitual por la zona.
Son de Perpignan y hablan castellano.
La señora de unos 80 años es de la zona y me cuenta que su abuelo era catalán y que por ahí también hablan una lengua que se llama "pas quoi" o eso creí entender.
Me dicen que hay un sendero que bordea casi todo el lago y me señalan por donde entra el agua al lago.
Allí voy.
Una foto  a cada paso.



Con el decorado de la niebla.









Un lugar especial.





No deja de sorprenderme que aun haya lagos vírgenes y sin masificar en los pirineos.
Quizás sea por el hecho de que solo se pueda llegar andando.
Ojala siga así.
Es un lugar muy especial.
Me senté otro rato a disfrutar del entorno y casi planto raíces.
Muy a mi pesar empecé el descenso


En la bajada me encuentro de nuevo con el grupo anterior.
En el lago solo habíamos estado ellos y yo.
Y seguimos la conversación.
Me piden un pequeño favor, si les puedo hacer llegar alguna foto del lago con la niebla.
Habían tenido un problema con su cámara.
"Claro que sí".
Me dan su mail.
En la bajada aún me entretengo haciendo algunas fotos.




Llegamos al parking y nos despedimos, me dan las gracias anticipadas por la fotos.
Mientras me preparo llegan dos furgonetas.
Son un grupo de adolescentes y niños acompañados de algún mayor y por las mochilas y demás cosas que llevaban daba la impresión que iban a pasar la noche en el lago.
Sigo ruta hacia el próximo destino, conocido, donde tenía pensado pasar la noche en  un camping.
Primero voy a uno de los lugares mas tranquilos del embalse (este embalse es artificial y es muy turístico, bar, atracciones, alquiler de bicis.....) pero si te lo conoces puedes disfrutar de su entorno como si estuvieras casi solo.
Veo que hay un grupo de pescadores que parece que van a pasar la noche y montan unas pequeñas tiendas.
Me animo y decido pasar la noche también ahí, acampada libre.
Primero a cenar con algunas cosas que ha traído yo y otras que he comprado en el pueblo.


Luego mientras espero que anochezca  ( yo no llevo cañas de pesca para disimular ) para montar la tienda doy un paseo y sigo disfrutando de hacer tomas.



Me siento un rato y viene un pájaro a visitarme.


Entablamos una pequeña conversación y luego sigue su camino.


Monto la tienda y a dormir con el fresco del pirineo, menos mal que me llevé el saco de invierno.

Me despiertan los "clinck-clonck" de los cencerros de las vacas.
Empieza a clarear.
Desmonto todo.
Desayuno.
Unas peras y algo de queso.


Ayer vi la previsión del tiempo y no era buena.
Decido volver tranquilamente a casa.
No me apetece mojarme.
Paro en la molina a tomar una café con leche y una buena pasta.
Es pronto y hace fresco.
Sigo ruta y por algún motivo especial, que desconozco, en vez de ir por la collada voy por el coll de la Creueta.
Una de las cosas que mas me gusta de ir es moto es las sensaciones que tienes y después de coronar la cima del puerto y empezar la bajada se me puso la piel de gallina al ver tremendo espectáculo.


Una visión que nunca había tenido de este pueblo tan conocido.


Atónito.


Debe ser la sensación de libertad después de los meses de confinamiento.


Paisajes de otros mundos en la puerta de casa.



Otra visión diferente del mismo pueblo.


Un finde, que me ha recibido con niebla y me ha despedido con niebla, espectacular, donde he disfrutado tanto del entorno y de guardar ese pedacito del entorno en la cámara que no me he acordado de hacer una foto a la "explorer", tampoco se ha quejado.
Dicen que los perros se parecen a los dueños, quizás las motos también se parezcan a los dueños...?
Fotos: Nikon D60 y móvil.

Nos vemos en la próxima.