martes, 2 de octubre de 2018

Marruecos, un paraíso para los sentidos (II)


Septiembre 2018
(si clickais encima de las fotos se amplían solas)


En mi viaje anterior a Marruecos quedé sorprendido por lo que vi y me quedé con ganas de volver.
Además llevaba paquete y eso limita el tipo de carreteras por las que te mueves.
Nos dedicamos a ver lo mas conocido y turístico, no por ello menos bonito e interesante.
Pero en este viaje quería conocer Marruecos en estado puro y mi "instinto motero" me decía que no era aconsejable hacer este viaje solo.
Se lo propuse a Lluis, que ya me había comentado su interés por conocer el país, y rápidamente me dijo que si.
Entre los dos preparamos las rutas, comentamos y ultimamos los detalles del viaje y por fin llegó el día.

Dia I

Teníamos pensado salir un sábado pero apareció un pequeño problema técnico que nos hizo, por prudencia, posponer la salida.
Como no teníamos nada reservado no temimos por perder ningún billete ni fianza.
El lunes llevamos la moto al taller para que le echara un vistazo el mecánico y por fortuna no era nada, se solucionó en un instante.
Salíamos de Barcelona a las 13.30 h. y teníamos que llegar a Almería como muy tarde a las 23 h. porque el barco salía a las 24 h., o eso creíamos, teníamos tiempo de sobras.
Lo más destacado del viaje fué la tormenta que nos calló  a la altura de Valencia
Llegamos sobre las 10 h, vamos a la taquilla y......sorpresa, el lunes el barco sale a las 5 de la tarde.
Se nos queda cara de ......... La chica de la taquilla nos pregunta si vamos a Marruecos al decirle que si, nos comenta que en la taquilla de enfrente esta a punto de salir el barco que va a Nador.
Vamos corriendo y nos da tiempo  a sacar los billetes.
Desde la taquilla avisan al barco para que nos esperen para cargar las motos.
El guardia civil del control de pasaporte me pregunta por la moto, que tal va, lo que consume..., mientra va diciendo, "como suena".
Le comentamos que venimos del tirón de Barcelona.
A todo esto el encargado de embarcar las motos sentado en el barco esperándonos.
Por fin embarcamos y nos espera una noche de travesía.
Empieza interesante el viaje.


Salgo a cubierta a tomar un poco el fresco y hago esta foto, es de mala calidad, pero con el móvil sin trípode poco mas se puede hacer.


Día II

Llegamos a Nador a las 5 de la mañana y nos damos cuenta que estamos sin gasolina y sin moneda nacional.
Paramos en un sitio al azar a esperar que abran los bancos para cambiar y entablamos conversación con un marroquí afincado en Cataluña, nos dice donde podemos encontrar bancos, allá vamos.
A esperar que abran.


Por fin tenemos dirham´s y el siguiente paso es ir a repostar.
Ponemos dirección hacia Al Hoceima bordeando la virgen y bonita costa.





De ahí nos dirigimos por el interior dirección Taza.
Pasamos por una zona que no es nada turística.
Atravesamos un pueblo donde por todos lados esta haciendo sardinas asadas, el olor impregna todo el ambiente.
La carretera muy divertida con asfalto de todo tipo buen estado, mal estado...cambiaba sin motivo de un estado a otro.
Pequeña parada para descansar.


Como no encontramos donde dormir nos dirigimos a un hotel que teníamos localizado desde Barcelona, sin saber si existía o no.
Era nuestra única esperanza para no pasar la noche al raso.
Lo encontramos y está abierto, con una enorme piscina.


Llegar a la habitación, ponerse el bañador y de cabeza a la piscina a quitarse la noche de barco, los km, el calor y el cansancio de encima.
Las motos las dejamos con la vigilancia adecuada.


Después de relajarse unas fotos del atardecer.


De un vehículo muy popular en el país.


Y de la piscina.


Mientras descansábamos en las mesas de la piscina los dueños del local empezaron a poner música y a bailar.
Una de las bailarinas se acercó a mi me invitó  a que la acompañara.
Desconozco si tengo alguna virtud, pero desde luego el baile no lo es y muy a mi pesar tuve que desestimar su invitación.
Cuando dejaron de bailar pudimos cenar e ir a dormir.

Dia III

Amanece un nuevo día.


Ponemos rumbo hacia la cueva de Friouato atravesando el parque natural de Tazekka por una bonita y exigente carretera que te obliga a esta atento continuamente.




Un lugareño que vino  a saludarnos mientras hacíamos las fotos.




Llegamos a la cueva y está cerrada.
Ponemos rumbo hacia Merzouga atravesando el atlas medio.


Carreteras divertidas.


Impresionantes paisajes.


Hay que hacer enormes esfuerzos para no estar continuamente parando a hacer fotos.



Van pasando los km´s y el cansancio se va acumulando.
Decidimos buscar donde dormir.


Llegamos al hotel, nos acomodamos en la habitación y cae una buena tormenta que parecía nos iba siguiendo todo el camino.
Después de la ducha un buen paseo para estirar las piernas.
He estado tentado de titular esta foto, "espejo".



Empieza a atardecer.


Cena y a descansar.


Dia IV

Después de un abundante desayuno ponemos rumbo hacia las dunas de Merzouga.
La carretera una interminable recta que se hacia entretenida por el tremendo paisaje que la acompañaba.


Nos cruzamos con camiones cargados con mucho esmero.


Todo un arte cargar un camión así.


Seguimos ruta.


Parada para descansar y tomar un te a la menta, buenísimo.


Algo habitual en las carreteras, gente esperando un taxi o haciendo autostop.


Seguimos ruta disfrutando de los paisajes.



De sus contrastes.


Los mercados en plena calle, que suele ser la que atraviesa el pueblo.
Toda una experiencia.


Cuando llegamos a la carretera que lleva a Merzouga nos la encontramos cortada.
Hay un camión atascado y los lugareños nos aconsejan no pasar por los socavones que hay ocultos bajo el agua.


Consultamos una alternativa al gps y nos manda por una pista.
Un poco mas adelante nos la encontramos cortada por obras.


El gps no nos da otra alternativa.
Nos vemos perdidos en mitad de la nada.


Llevamos dos gps y dos móviles de ultima generación y no es posible encontrar otra carretera alternativa.
No queda otro remedio que volver a la antigua usanza, preguntamos al señor que guarda las máquinas de la obra y nos dice que si hay otra carretera para ir a Merzouga.
Seguimos sus indicaciones y nos perdemos en el pueblo Erfoud.
Le preguntamos a un camionero y nos reorienta.
Por último un padre de familia que acaba de recoger a su hijo en el colegio nos ve despistados y nos pregunta donde vamos.
Con sus indicaciones conseguimos encontrar la carretera, pero también esta inundada.
Detrás de nosotros viene un coche.
Esperamos a que pase el primero a ver si es muy alto el nivel de agua.
Vemos que no y pasamos sin problemas.



Una carretera asfaltada en perfecto estado con un montón de establecimientos, restaurantes, de fósiles,...... y que no aparece ni en el gps ni en el móvil.
Llegamos a Merzouga y nos para uno de los que van buscando clientes para los hoteles, nos hace una buena oferta y vamos a mirar.
600 dh alojamiento, cena y desayuno los dos.
Al lado de las dunas.
Un hotel con encanto.


Las vistas desde la terraza del hotel.




Después de la ducha de rigor vamos a ver atardecer al desierto, aunque poco vamos a ver porque está nublado.


Ya que pasamos por su lado, les saludamos.



No desaprovecho la oportunidad de hacer fotos de las dunas.




Cualquier sitio es bueno para montar unas sillas  y una mesa.


El interior del hotel.


El exterior del hotel.


Cena en el estupendo patio y a dormir que mañana me quiero levantar pronto a fotografiar el amanecer.

Dia V
Amanece un nuevo día.
Mientras que esperaba que saliese el sol para hacer las fotos vino esta paloma, se posó estratégicamente y aguantó toda la sesión fotográfica.




Desayuno, cargar las motos y seguir ruta.
En una parada para hacer fotos el chico que atiende la tienda de recuerdos me explica que hay un pozo de agua (actualmente seco) y que cada tribu tenia el suyo.
El pozo esta justo donde está la tienda.


Todos estos montículos era por donde sacaban la arena.


Se sentaban y con los pies hacían girar esa rueda y subían el capazo con la arena.



Seguimos ruta y vemos unos compañeros moteros que nos hacen unas señas como si la carretera estuviese cortada.
Efectivamente esta cortada.



Después del éxito del gps y los móviles del otro día decidimos consultar el mapa, que ese nunca falla, ayudados de unos jóvenes de la zona.


Tenemos que dar un tremendo rodeo, pero encontramos una ruta alternativa.
Hoy queríamos ver las gorges de Todra y Dades, pero debido al retraso por la carretera cortada nos dedicamos a hacer una fotos del entorno y buscar un hotel en el pueblo mas cercano.




El hotel  lo encontramos en el pueblo de Tinerhir, con aparcamiento para las motos.


Tiene un curioso lugar para combatir el calor.


Después de la ducha nos damos un paseo por el pueblo y visitamos su mercado.


Donde puedes encontrar prácticamente de todo.




Un te a la menta en la plaza del pueblo para vivir el ambiente.


Cena y a dormir pronto.
Aún no lo sabíamos pero mañana nos esperaba un duro e intenso día.

Día VI

Amanece un nuevo día.


Un día espectacular de moto.
Primero hacer las fotos que nos dejamos pendientes ayer.



Ibamos a entrar por las gorges de Todra y salir por las de Dades, pero aún no sabíamos lo que nos esperaba.
La entrada espectacular, las fotos no reflejan la magnitud de la entrada.



Seguimos disfrutando de la ruta.


Impresionante.


Al poco nos encontramos el primer vadeo con algo de barro.



Seguimos ruta, de momento asfalto.




Pero en poco km´s vemos que esta la carretera cortada y un desvío por pista.
Aquí nos encontramos con un compañero y nos comenta que por las lluvias de estos días en la pista hay mucho "no se qué" (la conversación es en francés y no lo acababa de entender) pero que la pista es accesible.
Le damos las gracias y nos deseamos mutuamente buena ruta.


Enseguida comprobamos que ese "no se que" era barro.
En los pueblos que atravesábamos la calles estaban llenas de barro.
El control de tracción y la fortuna me salvaron de unas buenas caídas.
El resultado del barro.


De nuevo aparece el asfalto y pensábamos que lo malo lo habíamos dejado atrás.


Pero lo peor ( o lo mejor según se mire ) aún tenia que venir.


El camón que se ve en la foto al pasar se hundió bastante y decidimos buscar una alternativa por el interior del pueblo, la encontramos.



A ratos la pista se complicaba.


Una pista con mucho tráfico.




A ratos la pista mas fácil y el paisaje impresionante.



Hicimos un montón de paradas para descansar, hacer fotos o simplemente disfrutar de lo que estábamos viviendo.


Me quedé una vez clavado en el barro y gracias a la ayuda de Lluis pude salir.








Lo que parecían camellos salvajes.
La foto de cabecera de la crónica está hecha aquí también.




Las fotos hablan por si solas.





Mis botas después de no se sabe cuantos km´s de pista, barro, agua, tierra y sudores.


Por fin llegamos a las gorges de Dades.



Donde esta esta conocida foto.


Mientras descansábamos y tomábamos el te hablamos de lo capaces que son estas motos de pasar por cualquier sitio pese a su peso, tamaño y a llevar las tres maletas llenas.
Unas muy buenas motos, pueden con todo.


Después del pequeño descanso seguimos ruta y empezamos a buscar un hotel.



La ducha de rigor y un refresco para asimilar lo que habíamos pasado.


Día VII

Amanece un nuevo día.


Indicaciones para tener claro donde vamos.


Con un buen desayuno para coger energías.


Los planes iniciales eran que hoy sería un día tranquilo de ruta hacia Zagora disfrutando de los cambiantes paisajes marroquíes.




A media ruta vemos el accidente de una furgoneta solo con daños para la furgoneta.
El conductor nos hace señas para que paremos.
Mientras hay una grúa cargando la furgoneta.
Nos pregunta si podemos llevar una nota escrita en árabe a su familia.
Le decimos que no hay problema y seguimos ruta dirección al pueblo que nos ha dicho.








Llegamos al pueblo y el lugar que nos ha dicho es una tienda.
Le preguntamos a la persona que la atiende y nos dice que si es él.
Le comentamos que su familiar esta bien, solo había sufrido daños la furgoneta.
Como agradecimiento y hospitalidad bereber nos ofrece un te y aceptamos.
Mientras tomamos el te nos pregunta de que trabajamos, donde vamos....y nos intenta vender una noche en el desierto con ruta a camello ( le comentamos que después de las 7 u 8 horas diarias que estamos encima de la moto, pocas ganas hay de subirse encima de un camello) en una jaima con cena incluida.
También nos invita a vestirnos como un bereber y nos enseña como ponernos el turbante y aquí está el resultado.


Le agradecemos el te y la vestimenta y seguimos ruta.
Ponemos rumbo hacia el último pueblo que hay después de Zagora y nos sorprende una tremenda tormenta de arena.


Había tramos que la visibilidad era muy mala.
Por la noche en el hotel, llegamos a encontrar arena hasta dentro del cofre.


Llegamos al pueblo y lo que encontramos no nos gusta.
Volvemos sobre nuestros pasos y vamos a un hotel que habíamos visto a la ida.
Nos comenta el propietario que es un observatorio privado, que por la noche podemos subir a la azotea a ver el cosmos con un telescopio que hay, si es que nos dejan las nubes.
Cuando le preguntamos el precio de la habitación nos dice uno desorbitado.
Desestimamos quedarnos ahí y seguimos desandando el camino.
Encontramos uno a precio mas razonable y en ese nos quedamos.
Mientras escribo estas lineas estoy sentado en la terraza de la habitación (la de la foto) escuchando un montón de pájaros que hay en el olivo justo debajo.


Donde hemos dejado las motos.


Día VIII

Amanece un nuevo día


Antes de desayunar aprovecho para dar un paseo matutino y hacer algunas fotos, como esta del hotel.


O este amanecer desde la carretera.
También veo a los niños que van a la escuela, la mayoría en bicicleta, otros en transporte escolar y otros en taxi.


Cualquier sitio es bueno para montar un campo de fútbol.


La entrada al hotel.


El desayuno estaba preparado, hay que reponer fuerzas.


Hoy iba a ser un día tranquilo.
Ruteando a ritmo normal disfrutando del paisaje.


El gps nos ha vuelto a hacer una de las suyas.
Confiados para repostar en las dos gasolinera que marcaba llegamos a la primera y no hay nada.
Llegamos a la segunda y tampoco hay nada.
Nos entra la reserva (curiosamente las dos motos gastan prácticamente lo mismo, a ritmos de 90-100 km/h unos 3.8 l/100) y paramos a ver donde está la próxima gasolinera.
En mi gps no pone nada, en el de Lluis nos indica que hay una a unos 60 km, esperemos que sea cierto.
Llegamos al pueblo y esta la gasolinera.
Al repostar vemos que nos quedaban 2 l en el depósito (en las dos caben 20 l.), para unos 50km mas o menos.


Parada para descansar y tomar un te.


Y de paso hacer esta foto de uno de los transportes mas comunes del país.


Ponemos rumbo a Agadir y nos encontramos una ciudad muy turística que nada tiene que ver con el Marruecos que veníamos a ver.
Preguntamos en un hotel y por la cara que nos ponen en recepción vemos que unos polvorientos motoristas no son bien recibidos, al menos en ese hotel en concreto.
Seguimos ruta y en el siguiente pueblo encontramos donde alojarnos.
Después de la ducha y ponernos ropa cómoda damos un paseo por el pueblo.
Un pueblo con mucha vida.


Aprovechamos para hacer una foto del atardecer.


Aquí asan las sardinas, en plena calle.
Hay barbacoas como estas por todos lados.


Una auténtica reliquia.


Hacemos tomas de la vida cotidiana marroquí.



La que no suele salir en las agencia de viajes.



Después del paseo, cena y a dormir.

Día IX

Hoy queríamos descubrir un poco la costa atlántica de Marruecos.
Ponemos rumbo hacia El Yadida
Una auténtica maravilla.




Kilómetros de playas vírgenes y solitarias.


Aquí estaban recogiendo algo del mar.


No podía faltar el medio de transporte mas común.




Paramos en este pueblo a beber algo fresco y comprar pan y vemos que es muy popular entre los surfistas.


Seguimos ruta y me encuentro en un cambio de rasante estos camellos sueltos.



Seguimos disfrutando de carreteras solitarias.


Y de playas vírgenes.



El calor empieza a apretar y decidimos buscar alojamiento.
Encontramos un hotel en un sitio turístico pero que no está masificado.
Después de la ducha y tomar algo fresco me voy a dar un paseo y cultivar otra de mis aficiones, la fotografía.
Por comodidad me he traído solo el móvil y veo que aprovechando todas las posibilidades que nos da, se pueden hacer fotos mas que dignas.




El mismo atardecer con dos encuadres diferentes.





Esta foto me hizo gracia porque la persona que está encima de las rocas se pasó un buen rato haciéndose autorretratos.


En esta hubiese venido bien un buen tele para sacar un primer plano  de las olas, una de las posibilidades que no tienen los móviles.


Día X

Amanece un nuevo día
Este es el único lugar que recuerdo que se puede ver el sol del atardecer y del amanecer reflejado en el mar.



Hoy íbamos a ver las cascadas de Ouzoud.


Una ruta tranquila donde el único aliciente era las carreteras secundarias que íbamos pasando, algunas en no muy buen estado.


Parada para descansar y tomar un te.
Un te que nos pusieron tremendamente amargo que era imposible de tomar.
Al final nos decantamos por un refresco.


Llegamos a las cascadas que pese a ser un lugar muy turístico, bien merece una visita.


A la entrada hay parkings donde dejar la moto por 10 dh.
A las cascadas solo se puede acceder andando.


Hay dos caminos el corto, el que hicimos nosotros, que en 5 o 10 minutos llegas a las cascadas  o el largo que tardas de una a una hora y media, según nos dijeron.
Puedes alquilar los servicios de un guía y según vimos, abajo hay barcas que te acercan a la base de las cascadas.




Aquí aprovechamos para comer con estas vistas.



Seguimos ruta.


Por una carretera de curvas muy divertida, con continuas paradas para hacer fotos.



Atravesando puentes.


Después de la diversión de la carretera y de las fotos decidimos buscar un hotel para dormir.
Encontramos este a un precio razonable.


Día XI

Amanece un nuevo día.


El hotel está en un sitio solitario y aprovecho para dar un paseo por él antes de desayunar y hacer unas fotos.


Lo que parece una enorme vertebra.


La luna.


Hoy empezamos la subida para Ceuta y coger el barco para la península.
Decidimos que sea el gps quien decida la ruta y le ponemos la opción "ruta excitante".
Nos lleva por carreteras secundarias con el asfalto en no muy buenas condiciones, pero por unos lugares solitarios con paisajes  increíbles.






Paramos a comprar pan y agua en el mercado de uno de los pocos pueblos que pasamos.









Paramos en un pueblo a descansar y tomar algo fresco y vemos que disfrutar, disfrutamos de lo lindo pero que avanzamos poco.
Decidimos tomar la ruta mas rápida hacia Ceuta.
Encontramos un hotel en la carretera y decidimos pasar la noche.

Día XII

Hoy un "to recto" para coger el barco hasta la península.


Una vez en la península avanzamos lo mas posible.
Buscamos por el móvil un hotel y encontramos uno que nos va bien en el pueblo de Cómpeta.
Nos encontramos con una situación divertida.
El pueblo está situado en una ladera de la montaña y es un entramado laberíntico de calles estrechas.
Un pueblo realmente bonito, pero no adecuado para entrar en moto.
Encontramos donde dejar las motos en una plaza en la parte alta del pueblo.
Hablamos por teléfono con recepción y nos comentan que el hotel esta en la parte media del pueblo, pero la recepción en la parte baja.
Toca bajar caminando a por la llaves y el papeleo, luego a la habitación a dejar los cascos, de nuevo subir a las motos por las cosas, volver a bajar a la habitación.
En todos estos paseos me doy cuenta que he perdido un guante.
Vuelta a recorrer todo lo recorrido para encontrarlo, no hay manera.
Vuelvo a la moto y estaba en el asiento.
Desconozco si se me quedó a mi ahí o alguien lo encontró y lo dejo encima de la moto.
Con tanto paseo solo tenia en mente una buena ducha.

Día XIII

Lluis decide subir del tirón a Barcelona.
Como aún me quedan vacaciones decido subir en dos días.
Me gustó el experimento del otro día con el gps en modo "ruta excitante" y lo vuelvo a poner en práctica hoy.
Le digo que me lleve a la sierra de Cazorla y me marca una ruta de unos 300 km y mas de 7 horas, esto pinta bien.


Me lleva por carreteras de montaña, con asfalto en buen estado y paisajes a la altura.


En el pueblo de Lanjarón encuentro donde lavar la moto con agua a presión y así quitarle todo el polvo, arena y barro que traía de Marruecos.
Queda como nueva.





Pruebo también la opción que trae el gps de grabar la ruta por que me está gustando mucho.


El pero de estas rutas es que tienes que estar atento con la gasolina  porque pueden pasar muuuuuchos km´s antes de ver una gasolinera.
De hecho tuve que pararme a buscar una y desviarme de la ruta para repostar.



Seguía disfrutando de la ruta, el entorno y los paisajes.




Por fin llego a mi destino, Santiago de la Espada donde conozco una pensión a buen precio con parking para la moto.


Día XIV

Amanece un nuevo día.


Antes de desayunar doy un pequeño paseo por el pueblo para estirar las piernas.


Desayuno cargo la moto y un "to recto" para casa.




Marruecos un país para recorrerlo en moto, con diversidad de paisajes cambiantes en pocos kilómetros.
Una pasada de viaje.
No se cuando, pero volveré.

Casi 6200 km de viaje.


Casi 96 horas de moto.


Consumo medio 4.3 l a los 100 km


Velocidad media 71.8 km/h


Todas las fotos están hechas con móvil.
FOTOS : Lluis y Pedro.

Nos vemos en la próxima


















































lunes, 10 de septiembre de 2018

Paseo por el P.N. de la Camarga y el P.N. "des Cévennes"



Septiembre 2018
( si clickais encima de las fotos se amplían solas)

Lo que iba a ser un puente de cuatro días se trasformó en un fin de semana por un inoportuno problema doméstico a última hora.
Tenía todas las cosas preparadas y por no rehacer el equipaje me lo llevé como estaba, pese a que la mayoría de cosas no las necesitaba para solo un fin de semana.
Iba a ser un día largo e intenso.
Madrugué todo lo que el cuerpo y el cansancio lo permitieron, cargar la moto y poner rumbo a la Camarga.
Un lugar que había estado de paso en varias ocasiones pero me apetecía conocer un poco mas.


Pequeña parada para descansar, almorzar y tomar algunas fotos.
Para no perder el tiempo buscando bares y restaurantes, me llevé todas las viandas que creí oportuno y teniendo en cuenta que estaban preparadas para cuatro días, hambre no iba a pasar.


Las tres son tomas muy parecidas, pero me han gustado las tres.
En estos dos días que atravesé varios ríos, vi que la afición por la pesca en Francia está muy extendida.




La ruta que preparé a última hora la hice en modo "descubrimiento" en el gps y me llevó por todos los rincones y carreteras secundarías que había.


Carreteras como esta.
Mar a un lado, mar al otro lado.



Una zona muy concurrida y turística.


La idea era ir primero al camping, que lo busqué en el P.N. "des Alpilles" para dormir con el fresco de la noche, montar el campamento, de paso dejar algo de peso y luego ir a dar un paseo por la Camarga.


Me apetecía hacer este pequeño homenaje a mis botas.
Llevan conmigo unos 16 años y casi 250.000 km.
Con una pequeña operación de rejuvenecimiento, suelas nuevas "son francesas, con ellas puedes hacer hasta trekking" me dijo el zapatero, recoser la zona que toca el cambio y una buena pasada de betún espero que aguanten otros 16 años mas


Preparo el campamento, como algo y una pequeña siesta para recuperarme del madrugón.


A primera hora de la tarde empieza el paseo.


Aunque no es necesario, me apetece coger el transbordador para atravesar el Ródano.


En un viaje, o en este "mini viaje", si coges un barco, aunque sea un transbordador, parece que sea mas viaje, mas aventura.


Vaya si fue mas aventura.
El entorno cambió por completo.


Al principio rodeado de vegetación con carreteras estrechas de asfalto en no muy buen estado.



Que luego se transformó en una fácil pista.


Bordeando estanques llenos de aves.


Con zonas mas desérticas.


Un auténtico espectáculo.


Muy a mi pesar la noche se iba echando encima y decidí ir el camping.
Aunque me había llevado el hornillo, estaba cansado para cocinar y decidí refugiarme en el clásico "bocata de chorizo" acompañado de patatas fritas y queso.
La ruta que pongo es aproximada, aunque siga el gps, a veces me da por coger este o aquel desvío "a mi aire".


Amanece un nuevo y fresco día.
Una maravilla dormir con el fresco de la montaña.


Desmonto el campamento, cargo la moto y a seguir ruta.
El tramo de enlace hasta Alés, eso, un tramo de enlace sin ningún interés.
Empiezo a adentrarme en el P.N. "des Cévennes" y esta es la única gasolinera que me voy a encontrar en muchos km´s según el gps.
Mi tarjeta y su sistema automático no tienen buena relación y no hay manera de repostar.
Al final sale el propietario y lo hace con su tarjeta  y le pago en efectivo.
Le pregunto si puedo tomar un café en la pequeña tienda anexa que hay y me dice que si.
Tampoco consigue hacer funcionar la cafetera.
Llama a su mujer y me lo prepara en su casa, también colindante.
Al final conseguí salir de la gasolinera con el depósito lleno y desayunado.
Son esas situaciones divertidas que te hacen empezar el día con buen humor.


Menudo descubrimiento esta zona, habrá que venir con mas tiempo para recorrerla con más tranquilidad.
Puertos de montaña no muy altos, una media de unos 400 m., pero con una naturaleza virgen y unas carreteras muy moteras.
Esta es la parte donde el asfalto está en buen estado.



Luego se transforma en estas carreteras tan divertidas.


A veces tienes la sensación de que vas a ser "devorado" por la vegetación


Durante los muchos km´s que hice (a ojo calculo que algo mas de 100 km. ) por estas carreteras solo coincidí con uns Gs Adv.
Estuvimos un rato haciendo ruta juntos pero en un cruce los destinos nos llevaron a lugares diferentes.


Torreones envueltos en mágicas leyendas.
Si, eso blanco que se ve en la carretera es "gravillon" algo habitual en las carreteras de montaña francesas en verano.


De vez en cuando bajabas de las montañas para atravesar fugazmente pueblos turísticos como este y adentrarte de nuevo en el fantástico mundo del descubrimiento.


Pueblos colgados de las montañas.


Había tramos que daba la impresión, si no fuese por el asfalto, que no había pasado nadie por aquí desde la época de los romanos con sus carruajes .


Cada vez que paraba a descansar o hacer unas tomas, el silencio absoluto.
Cuando te acostumbrabas a ese silencio, empezabas a oír los sonidos del bosque, el silencioso vuelo del águila (una me estuvo siguiendo un buen rato) buscando su presa, las hojas crujir cerca de tus pies, los repiqueteos en la madera de los árboles,.....
Sabiendo que estabas a pocos km´s de la civilización, tenias la sensación que el mundo se había olvidado de ti.
Una auténtica pasada.


Pero la cruda realidad llega y tocaba poner rumbo para casa.
Seguro que volveré con mas tiempo por aquí.


De nuevo la ruta que pongo es aproximada.
Unos 1.200 km en todo el fin de semana.
Francia es un país lleno de sorpresas agradables.
Si tienes unos días  y no tienes claro donde ir, búscate un destino al azar lejos de las zonas mas turísticas y populares y seguro que encuentras cosas interesantes y carreteras por descubrir.
Todas las fotos han sido hechas con el móvil, sin edición.
Nos vemos en la próxima.