lunes, 10 de agosto de 2020

De ruta con la cámara.

Agosto 2020

( si clickais encima de las fotos se amplían solas )

 Esta vez la importancia no se la íbamos a dar a la ruta, si no a los sitios, lugares y pueblos que hemos pasado con las motos y, por el motivo que sea, no hemos parado a visitarlos.

Empieza el día con un estupendo amanecer.

Este es uno de los varios embalses que veríamos en la ruta.

Paré para tomar un café, pero otros muchos viajeros habían pensado lo mismo y era difícil encontrar un pequeño rincón libre.

Probaremos en el próximo pueblo.

Aproveché para hacer esta toma.

Una buena sesión de curvas y llegamos al siguiente pueblo.

Encuentro una estupenda terraza y aprovecho para tomar ese café.

Al entrar en el pueblo había visto de pasada un cartel que ponía algo sobre un puente colgante.

Le pregunto a la camarera, "si, esta aquí mismo, esta calle a la derecha", le agradezco la información y voy a curiosear.

Este es uno de esos pueblos por los que hemos pasado varias veces con la moto.

La vista desde la carretera no invita a pararse, pero al adentrarte en el pueblo, la cosa cambia por completo.


Me había llevado la cámara y empecé a disfrutar de lo lindo haciendo fotos por los rincones del pueblo.


Mientras iba paseando el perro me seguía con la mirada, pero al hacer la foto me dio la impresión de que era un modelo experimentado poniendo esa mirada perdida al infinito.


Esta familia de gatos me hizo gracia.
Había muy poca luz y para no asustarlos decidí no usar el flash pese a que la velocidad de obturación era muy lenta.
Apoyarse bien, coger un poco de aire, aguantar la respiración y disparar.
El resultado de estas fotos es siempre una sorpresa.
Esta me acabó gustando, pese a que uno de los progenitores sale bastante distorsionado.


Esta fue curiosa.
Al hacer la foto no me di cuenta que había dos flores.
Después de hacerla  sigo caminando y al mirar para atrás buscando otro encuadre interesante, veo a la flor que me esta mirando, como si se hubiese girado.
Al reponerme de mi sorpresa inicial, me di cuenta que había dos flores.


Sigo disfrutando del paseo y de hacer tomas.
El pueblo estaba lleno de gatos.


De estupendos senderos para pasear.


Como esta caseta había varias y no conseguí averiguar que eran.


El puente colgante que leí en el cartel de entrada al pueblo.
Esta foto me llevó mas de media hora hacerla.
Hay una entrada por el otro lado, pero los aspersores estaban en funcionamiento y no era posible pasar sin mojarse.
Decidí dar una vuelta por el pueblo a ver si dejaban de hacer su función, pero al volver vi que no.
Empecé a curiosear a ver si había otra entrada y si, hay otra entrada.
Al final conseguí el encuadre que buscaba.
Para salir de ahí había que dar la misma vuelta o bien pasar por los aspersores.
El calor empezaba a apretar y decidí mojarme.
Una pareja que también estaba visitando el pueblo se reían de lo lindo viéndome pasar por las cortinas de agua o a lo mejor estaban pensando "luego vamos nosotros, parece divertido"
Me sequé en seguida.


Pero antes de salir de ahí me gustó el detalle de este rincón.


Sigo ruta sin un rumbo claro y veo un estupendo rincón.
Allí voy a ver que hay.
Resulta ser un bonito pueblo, a la orilla de un embalse y con muchas fotos por hacer.
Esta torre me recordaba a uno de "los malos" en algunas películas de dibujos animados.


Las fotos salían solas.


Aquí me daba impresión que el campanario quería saludar medio oculto y dominado por la tremenda masa de piedra y vegetación.


En  el pueblo anterior paré para comprar una botella de agua bien fresca y me pegaron una autentica clavada.
Al ver esta fuente se me quedó una cara de "......." toda el agua que quería y ademas bien fresca.
Había algunos coches llenando garrafas.
Estaba realmente buena.


La magia de los reflejos.


Ademas hacía poco viento, mas que agua, parecía un espejo.


Para sacar este detalle utilicé el viejo truco de hacer la toma en formato RAW y luego recortarla.


No encontré al dueño de estos manzanos para pedirle permiso y coger alguna, tenían muy buena pinta.


Una barca de lo mas curiosa.


El calor apretaba de lo lindo.
Una pareja joven estaba en el embarcadero y él no pudo evitar darse un buen baño.
Estas escaleras le ayudaron para volver a subir.


Esta casa me recordó a una de esas de chocolate que leíamos en los cuentos infantiles.


Sigo paseando y me encuentro con este puente medieval muy bien conservado y que parece restaurado.


Usando las posibilidades del móvil hago esta panorámica desde el mismo puente.


En la sombra de esta plaza estuve un rato resguardándome del sol y el calor.


Sigo ruta y paro a tomar un café.
Otro de esos pueblos que hemos pasado en varias ocasiones pero que no hemos visitado.


Veo que en el río hay movimiento.
Voy a curiosear.


Las fotos empiezan a aparecer solas.


Un pueblo bien conservado.


Me hizo gracia esta silla colocada estrategicamente, a la sombra y con una suave brisa.


Una pequeña estatua como homenaje a la danza popular del pueblo, no recuerdo el nombre.


Otro fotogénico rincón.


Pongo rumbo para casa pasando por este lugar conocido para buscar esta panorámica.


Una fotogénica y divertida ruta donde los protagonistas han sido los sitios, lugares y pueblos visitados.

Fotos: móvil y Nikon D60

Nos vemos en la próxima.



martes, 21 de julio de 2020

Motards Quaternaris, segundo aniversario.


Julio 2020
(si clickais encima de las fotos se amplían solas)

El grupo cumplía dos años.
Que mejor manera de celebrarlo que con un fin de semana subidos encima de la moto.
Donde ir...?
Pirineos, ese paraíso que tenemos al lado de casa.
Preparo una ruta por puertos poco conocidos, zonas por descubrir, con sugerencias del grupo.
Una pena no haber podido ir todos los miembros, pero algunos tenían obligaciones que cumplir.
Las previsiones del tiempo eran buenas.
Vamos al punto de encuentro y chispea, por suerte toda la lluvia que tuvimos en el fin de semana.
Un "to recto" hasta Puigcerdá que es donde empieza la ruta.
Pero antes parada para almorzar algo caliente.
Aunque en Barcelona hacía bastante calor, al ir acercándonos a los pirineos el fresco iba en aumento.


Los estómagos llenos y recuperada la temperatura corporal seguimos ruta.
Pequeña parada para repostar antes de entrar en Francia.
Hay bastante diferencia en el precio de la gasolina.
Curvas, verde, paisajes impresionantes.


Coronamos el primer puerto de los "no se cuantos" que llegaríamos a subir el fin de semana.
Coincidimos con un grupo motero y entablamos una pequeña conversación.
Van con R´s y se están planteando dar el cambio a una trail.


El nombre del puerto.


Hay una manada de caballos y aprovechamos para cambiar impresiones con ellos y de paso hacer unas fotos.


Seguimos ruta.
Pronto empiezan a aparecer cascadas.
Unas cuantas vimos.


Carreteras secundarias, inundadas por las sombras.
Olor a verde.
Humedad.
Frescor.
Tráfico prácticamente nulo.
Encontramos una especie de aparcamiento con mesas de picnic.
Aprovechamos para parar a comer.
Recuperadas las fuerzas seguimos ruta.
Coronamos otro puerto y se abre ante nosotros un tremendo paisaje en forma de una enorme manta verde adornada con pequeñas cimas.
Con espectáculo incluido.
Unos parapentistas  que parecía danzasen sobre nuestras cabezas.
Numerosos espectadores en las laderas también disfrutaban del baile sobre invisibles capas de aire.
La expectación fue tal que no caí en parar a hacer unas fotos.
Una danza de bailarines flotando en el aire.
Seguimos ruta. 
Paramos en un pueblo a buscar un camping y casualmente hay uno cerca.
Montamos el campamento base.


Después de la ducha de rigor y ponernos ropa cómoda para caminar damos un tranquilo paseo hasta el pueblo siguiendo el curso del río.


En el pueblo damos buena cuenta de unas cervezas artesanales que hacen allí.
Buenísima, que con el estómago aún vacío parece que sus efectos sean mas potentes.


Un paseo por el pueblo y de paso hacer unas fotos.
La subida al castillo.


Otra visión del castillo.


Empieza a irse el sol y el fresco empieza a hacerse notar.
Decidimos ir al camping a cenar.
En el camino de vuelta nos entretenemos viendo a los pescadores.


Camping y a cenar.
Unos cenamos algo frío, otros algo caliente.
Con la magia de las conversaciones a la luz de la luna ayudada por la luz de la farola.
Todo un lujo.


A dormir con el fresco de la noche pirenaica.

Amanece.
Sonidos del bosque, pese a estar el camping cerca de la carretera.
Salgo de la tienda.
Hace fresco.
Hay niebla.


Poco a poco nos vamos despertando tod@s.
Vamos recogiendo el campamento y preparando las motos.
Iremos a desayunar al cercano pueblo.
Primero comprar unas buenísimas pastas en la panadería, sin olvidarnos del también buenísimo pan para la comida y luego un café con leche en el único bar del pueblo, que también es hotel.
Mientras desayunábamos íbamos viendo como la niebla se iba disipando y aparecía un radiante y soleado día.
Parece que hasta el tiempo se alió con nosotros este fin de semana.
Cuando necesitábamos un sitio para hacer el picnic, aparece el aparcamiento con mesas a la sombra.
Buscamos camping y en el primer pueblo que paramos hay uno cerca.
Queríamos disfrutar de los pirineos y bien que lo pudimos hacer.
Ya despertados y con el desayuno en el cuerpo empezamos ruta.
Todo un lujo empezar desde los mismos pirineos.
En la primera gasolinera que encontramos repostamos.
Los puertos de montaña siguen sucediéndose unos tras otros.
No da tiempo a asimilar todo lo que vamos viendo.
Gargantas, cascadas, seguimos curso de los ríos, acantilados, curvas, tramos a veces en estado "explorer"


Algunas cumbres aún están nevadas.
Muchos ciclistas.
Varios de estos puertos son habituales en el Tour de Francia.


Tenemos todo un plató a nuestra disposición.


Empezamos a subir un puerto donde el asfalto esta en mal estado y hay mucha gravilla.
Algún compañero tiene un pequeño "sustillo" pero nada grave.


Lluis se adelanta y nos hace esas fotos que tanto nos gustan.




Llegamos a la cima.
Hay mucha gente, coches, ciclistas, hasta un puesto donde se puede comer entre otras cosas crepes.
No es de extrañar, las vistas y el lugar son impresionantes.


Con alguna mesa para hacer el picnic en un lugar privilegiado.


Después del pequeño descanso y las fotos de rigor seguimos ruta.
Curvas, gargantas, ríos, cimas.....


El calor empieza a apretar y paramos a ponernos en modo verano.


Seguimos ruta y entramos de nuevo en Cataluña.
Yo hago un "to recto" para casa y el resto del grupo intenta ir a ver unas cascadas que hay por la zona.
Un fin de semana espectacular, de mucha moto.
Paisajes y pueblos como sacados de un cuento.
Pirineos en estado puro.
Desde Badalona casi 900 km.

FOTOS: Motards Quaternaris.

Nos vemos en la próxima.