martes, 19 de octubre de 2021

Estrenando la tercera edad, en moto

Octubre 2021

(si clickais encima de las fotos se amplían solas)

La moto cargada.


La mejor manera de celebrar la llegada de la "temida" tercera edad la he encontrado haciendo una de las cosas que mas me gustan, ir en moto.
Preparo una ruta por algunas de mis carreteras preferidas de Cataluña, por todas sería imposible, me llevaría otra tercera edad.
Ahora que las autopistas son gratuitas los tramos de enlace son más rápidos.
Es pronto, muy pronto.
Encuentro niebla, frío, esto promete.
Cuando paro a hacer la foto, los paramanos y la pantalla están empapados, suerte de los puños calefactables, tiempos atrás esa humedad y sin puños era sinónimo de frío, mucho frio.
Recuerdo los viajes con la R-100-RS, la Sanglas, la Bultaco, la DR, la XJ-900, en días fríos, cuando llegabas a casa lo primero era una ducha con agua biennnnn caliente, si estabas de viaje calentarte las manos con el calor del motor o del tubo de escape, o con un carajillo...eran otros tiempos
Recuerdo un viaje que venía del sur en años casi en blanco y negro (unos 1200 km), todo el viaje lloviendo y con mucho frío, empapado, llego a casa, dejo la moto en el parking y al quitarme el casco empiezo a tener temblores (por la cabeza es por donde se pierde mas calor), me tuve que poner el casco hasta casa.
En la ducha notaba ese hormigueo de cuando el cuerpo empieza a entrar en calor.
Dicen: "batallitas de viejo".
Yo digo: "que suerte llegar a viejo y tener batallitas que contar".


Una de las carreteras que elijo es la carretera de las 365 curvas.
No soy un gran viajero pero si de los 29 países que he conocido en moto, (cuatro de ellos en coche, pero con el radar motero puesto "para futuras aventuras" que ya las tengo) me pidiesen que escogiera tres carreteras esta sería una de ellas, la otras dos me costaría mas decidir cuales.


Además con el propósito de fotografiar el amanecer desde la carretera de las 365 curvas.
Pasaban ciclistas y con su lento rodar comentábamos, "una pasada".
Pocas carreteras tan moteras hay por esos mundos aventureros que te ofrezcan tremendo espectáculo.
Sentado en el "quitamiedos" de la foto anterior, simplemente viendo el amanecer, no hace falta nada más.


Sant Feliu de Guíxols, al final de la carretera.
Mil veces he pasado por aquí y mil veces he querido hacer la foto, es complicado, es una rotonda.
Hoy era pronto y no había tráfico.
Los encargados de la limpieza de las calles me miraban.


Sigo ruta hacia otra de mis carreteras preferidas.

 

Que llega a uno de mis pueblos preferidos de la costa brava. Entre estos utensilios de pescadores está la moto.
 

El amanecer nos sigue ofreciendo más fotos.


Un pueblo que siendo de la costa brava no ha caído en la fauces del turismo de masas.


Sigo ruta por l´Empurdà.
Dicen por ahí en esas guías de "Pueblos mas bonitos", que Girona es la provincia que más tiene.
No se si será cierto, pero tener, tiene muchos pueblos bonitos, y muchos de ellos no están en esas guías, como el de la foto.  


Viñas.


Muchas viñas y olivos aunque no haya hecho ninguna foto.


Mas viñas.


No podía faltar el picnic, ese restaurante con vistas increíbles al mar, o la montaña, o a esos acantilados, o al lago, o con mil estrellas.
 Un decorado infinito, para que encerrarse en un local, además los lavabos siempre huelen bien, a pino, a tomillo, a hierva recién cortada, a humedad pirenaica que activa la energía, a vida.
Mientras almuerzo (es mi segundo almuerzo, en Tossa de Mar he parado para tomar un café con leche para combatir el frío en un local que me ha sorprendido la eficacia de su dueña, ella sola, las mesas llenas, pedir y al momento tenerlo, no me extraña que estuviese lleno a esas horas de la mañana), me viene a la cabeza algunas de las salidas que he hecho con gente bastante mas joven, "cortas, pero intensas", dejarlos en un lugar que puedan llegar a casa sin problemas, "yo sigo, a ver si hago un poco de ruta".
Cosas de la juventud.


Otra de las carreteras de esta ruta es una que nos lleva a Francia, no es especial, pero por esta carretera acabábamos o empezábamos varias rutas de un compañero de Girona que me enseñó el pirineo francés menos turístico, todo un descubrimiento.


La frontera de Cataluña con Francia.


El otoño que ya va picando a la puerta.
Ya mismo iremos a visitar sus lienzos.


Una ruta de celebración de los primeros 60 tacos.
A ver que nos deparan los próximos 60, yo pienso estar, no se vosotr@s
Nos vemos en la próxima.
Fotos: móvil 







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