martes, 25 de junio de 2024

Celebrando el 6º cumpleaños de Motards Quaternaris.

Junio 2024


Aunque en realidad el cumpleaños del grupo es en julio, decidimos celebrarlo en junio debido a la gran masificación turística que hay en julio.
Este año San Juan, festividad muy celebrada en Cataluña, caía en lunes por lo que teníamos un fin de semana largo para disfrutar de la moto.
Algunos componentes trabajaban el sábado por lo que unos decidimos salir el sábado en moto.


Otros en barco, que aunque no estaríamos físicamente en el mismo lugar, iríamos compartiendo las experiencias por WhatsApp. 


Y otros, que por un problema físico aún no pueden coger la moto, en camper.


 El resto del grupo saldrían el domingo.
Buscamos un campamento base en un camping motero muy conocido y ahí nos encontraríamos todos para celebrar la festividad de San Juan.

Dia I.

Decido madrugar y hacer una ruta, que aunque ya la había hecho en otras ocasiones, me gusta especialmente y no me importa repetirla.
El tramo de aproximacíón, un tramo de aburrida, pero necesaria, autovía, después a disfrutar de los pirineos.
Un espectacular desfiladero, que no recuerdo el nombre, en la provincia de Huesca.


Esas carreteras que te hacen sentir la sensación de descubrir nuevas rutas.


Pueblos anclados en el tiempo.


Mucha historia en cada kilómetro.


Pequeña parada para hacer una toma.


Conozco una panadería que está en la ruta y aprovecho para comprar pan de verdad y almorzar un buen trozo de coca casera.
Aderezado con el fresco del pirineo.


Empiezo a coronar puertos con mayor altura, el paisaje cambia por completo.


Agua por todos lados y frío, casi ,casi, pongo los puños calefactables de la moto.


Ante estas carreteras y este entorno el tiempo parece que pase mas rápido y enseguida llego al camping.
Allí nos encontraremos los dos componentes del grupo que habíamos salido en sábado, la camper y la moto.
Montar el campamento base, ducha de rigor, descansar, cenar y a dormir, que mañana espera otro intenso día.


Día II

Para descansar un poco de camper y de moto íbamos a disfrutar el día con una caminata al pueblo de al lado del camping, Anzánigo.


El resto del grupo empezaba ruta.


Al salir del camping enseguida se ve el puente de acceso al pueblo.


Parada del grupo para el picnic.


Nosotros seguimos paseando por el pueblo.
Al poco de llegar encontramos con unos lugareños y nos explican algunas de las rutas y lugares que podemos  visitar.
En el pueblo hay coches aparcados, pero habitantes esos fueron los únicos que vimos en nuestra visita.


Los compañeros seguían disfrutando de la ruta.



Nosotros del agradable paseo por el pequeño, pero muy bonito pueblo.


Aquí de ruta con buena compañía.


El calor empieza a apretar.


Otro vídeo de la ruta en moto y llegada al camping.


Pequeño descanso y de vuelta al camping para esperar a los compañeros.


Después de los saludos de rigor y contarnos las aventuras del día, preparar la cena, con mesas y sillas que amablemente nos dejaron en el camping, con las variadas cocas de San Juan y a disfrutar de la verbena con risas y mas risas, acompañados de las diferentes viandas que cada uno trajo y compartimos entre tod@s.
Es tradición tirar petardos y cohetes durante la verbena, también hacer una hoguera, pero en un camping, donde entre otras cosas hay que respetar el descanso de los demás campistas, rodeado de bosque, no lo creímos oportuno.


Día III

Estábamos alojados en diferentes alojamientos  y quedamos a una hora para salir.
Mientras espero a que llegue la hora de salir busco al azar un bar para desayunar.
Encuentro uno que es posible que está abierto, es temprano, pero no sabíamos la sorpresa que no íbamos a encontrar.


La idea era hacer un almuerzo "motero" para ir del tirón a casa y no llegar muy tarde y evitar las retenciones habituales en la entrada a Barcelona en los puentes.
Pedimos los bocadillos y nos trajeron estas tremendas "pateras" como las llamó un cliente habitual del bar.
Una barra de cuarto entera para cada uno.
Nos comimos la mitad y la otra mitad la guardamos para la cena en casa.
Luego nos dijeron que ese era el pequeño, al grande le añadían, pimientos y mas cosas.


Con los estómagos llenos seguimos ruta.


Carreteras a veces en mal estado, a veces en excelente estado, pero todas muy divertidas y acompañadas de paisajes espectaculares. 




Parada para descasar y estirar la piernas.
Y ya el tramo final para casa.


Un cumpleaños para repetir.
Fotos y vídeos: Motards Quaternaris.

Nos vemos en la próxima












 

domingo, 9 de junio de 2024

Motards Quaternaris salida junio 2024

Junio 2024


Este mes le tocaba organizar la salida a José.
La ruta que pasó al grupo, sobre el papel, mas bien sobre el móvil, prometía y como suele pasar en muchos casos, la realidad superó lo esperado.
Quedamos en un lugar conocido para el almuerzo.
El día iba a ser largo y teníamos que llenar el baúl de reservas energéticas.
Este es el lugar donde íbamos a almorzar.


Con unos depósitos vacíos y otros llenos empieza la ruta.
Entramos enseguida en Francia y
para ir ambientándonos empiezan las curvas, curvas, muchas curvas, kilómetros de curvas.
Curvas dentro de ese entorno privilegiado que son los pirineos.
Las últimas lluvias han dado un verde mucho mas intenso a la vegetación y nosotros estamos navegando dentro de ella.
Después de "nosecuantos" divertidos kilómetros hacemos una pequeña parada para estirar las piernas.


Las conversaciones propias de moter@s.
Aprovechamos para abrigarnos un poco.
Los metros  de altura unidos a la niebla que nos íbamos encontrando y al frío viento, habían hecho bajar unos grados la temperatura.


Este el nombre del col en el que estábamos.


Seguimos ruta y empezamos a coronar cimas mas altas donde la vegetación desaparece y solo queda esa enorme alfombra verde.


Disfrutamos de las conocidas y curiosas curvas subiendo el col de Pailheres,



Aunque alguna parece que se atragante un poco.


Coronamos el puerto.


Mientras decidimos si comer o no aquí en la cima vemos pasar unos moteros holandeses, comentamos que con el país que tienen tan llano, deben "flipar" por estos lares, de hecho nos los encontramos mas adelante en ruta y su ritmo era muy, pero que muy lento como para no querer perder detalle y llevar de regreso a su país todo el cerebro lleno de estos impresionantes lugares, carreteras, puertos y demás vivencias.


Un vista conocida de la subida al puerto.


Llamando al personal para comer.


Con satisfacción vemos que han puesto esta mesa para hacer un picnic mas cómodo, la última vez que pasamos por aquí no estaba,
También han adecentado el interior del refugio con una mesa, hay leña, y una especie de camastros para dormir.
Hasta barajamos la posibilidad de venir a pernoctar una noche, con una colchoneta y un saco de dormir.
Quien sabe.
Después de reponer fuerzas ( es curioso como en este entorno la comida, por muy sencilla que sea, incluso un simple bocadillo, esta mucho mas buena, por que será ) seguimos ruta.


Seguimos disfrutando de los pirineos.


De esas carreteras que te transportan a mundos mas propios de la imaginación que de la realidad.


En una parada que hacemos para descansar vemos que si hacemos la ruta entera llegaríamos muy tarde  a casa, quizás pasada la media noche y tomamos un pequeño atajo.
Aunque no descuidamos el hacer ese atajo por las mismas espectaculares carreteras.


Dos estadísticas diferentes de la ruta.



Una ruta para repetir.
Fotos: Motards Quaternaris.
Nos vemos en la próxima.