domingo, 9 de junio de 2024

Motards Quaternaris salida junio 2024

Junio 2024


Este mes le tocaba organizar la salida a José.
La ruta que pasó al grupo, sobre el papel, mas bien sobre el móvil, prometía y como suele pasar en muchos casos, la realidad superó lo esperado.
Quedamos en un lugar conocido para el almuerzo.
El día iba a ser largo y teníamos que llenar el baúl de reservas energéticas.
Este es el lugar donde íbamos a almorzar.


Con unos depósitos vacíos y otros llenos empieza la ruta.
Entramos enseguida en Francia y
para ir ambientándonos empiezan las curvas, curvas, muchas curvas, kilómetros de curvas.
Curvas dentro de ese entorno privilegiado que son los pirineos.
Las últimas lluvias han dado un verde mucho mas intenso a la vegetación y nosotros estamos navegando dentro de ella.
Después de "nosecuantos" divertidos kilómetros hacemos una pequeña parada para estirar las piernas.


Las conversaciones propias de moter@s.
Aprovechamos para abrigarnos un poco.
Los metros  de altura unidos a la niebla que nos íbamos encontrando y al frío viento, habían hecho bajar unos grados la temperatura.


Este el nombre del col en el que estábamos.


Seguimos ruta y empezamos a coronar cimas mas altas donde la vegetación desaparece y solo queda esa enorme alfombra verde.


Disfrutamos de las conocidas y curiosas curvas subiendo el col de Pailheres,



Aunque alguna parece que se atragante un poco.


Coronamos el puerto.


Mientras decidimos si comer o no aquí en la cima vemos pasar unos moteros holandeses, comentamos que con el país que tienen tan llano, deben "flipar" por estos lares, de hecho nos los encontramos mas adelante en ruta y su ritmo era muy, pero que muy lento como para no querer perder detalle y llevar de regreso a su país todo el cerebro lleno de estos impresionantes lugares, carreteras, puertos y demás vivencias.


Un vista conocida de la subida al puerto.


Llamando al personal para comer.


Con satisfacción vemos que han puesto esta mesa para hacer un picnic mas cómodo, la última vez que pasamos por aquí no estaba,
También han adecentado el interior del refugio con una mesa, hay leña, y una especie de camastros para dormir.
Hasta barajamos la posibilidad de venir a pernoctar una noche, con una colchoneta y un saco de dormir.
Quien sabe.
Después de reponer fuerzas ( es curioso como en este entorno la comida, por muy sencilla que sea, incluso un simple bocadillo, esta mucho mas buena, por que será ) seguimos ruta.


Seguimos disfrutando de los pirineos.


De esas carreteras que te transportan a mundos mas propios de la imaginación que de la realidad.


En una parada que hacemos para descansar vemos que si hacemos la ruta entera llegaríamos muy tarde  a casa, quizás pasada la media noche y tomamos un pequeño atajo.
Aunque no descuidamos el hacer ese atajo por las mismas espectaculares carreteras.


Dos estadísticas diferentes de la ruta.



Una ruta para repetir.
Fotos: Motards Quaternaris.
Nos vemos en la próxima.



 

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